Divina hermandad

Todos somos Uno, hijos del Altísimo. Tan solo hay una vida que fluye a través de los millardos de corrientes de vida que evolucionan sobre este Planeta, sea humana, animal, vegetal o mineral.
La vida es bella. Es algo mágico y místico ya que es sustancia divina compuesta del cuerpo de Dios, y llena todo el Universo. Este es el maravilloso Principio de Vida Una.
Es el Amor mismo. Manifestada humildemente en la forma que la corriente de vida a encarnar lo requiera.
Todos vinimos al planeta con el propósito (asumido con total y absoluta libertad de parte nuestra) de cumplir el plan divino; plan que fue puesto delante nuestro por el amoroso Tribunal del Karma, cuando nos fue dado el privilegio de encarnar en esta bendita escuela que es el Planeta Tierra.
Para cumplir este plan contamos, permanente y constantemente con la sabia, amorosa y misericordiosa ayuda de la Gran Hueste de Maestros Ascendidos y de toda la Legión Angélica que están a nuestra disposición para ayudarnos si (usando nuestro libre albedrío) lo requerimos.