Llegamos
ahora a la cuestión
de si es posible o no
comunicarse con aquéllos que han
pasado
al más allá. Se ha
publicado un número plural
de libros sobre este tema, y durante mucho
tiempo se ha ventilado en el
mundo entero una amarga
y mordaz
controversia a este respecto. Sin duda, mucha
gente parece incapaz de
tocar el tema y, al
mismo tiempo,
mantener ya sea su
sentido
común o
sus buenas
maneras.
Los
epítetos
más violentos se cruzan
entre
los controversiales interlocutores a ambos lados
del tema,
y he
conocido de
varias amistades de
años que se han roto por esa
cuestión
de si es posible o no comunicarse con los llamados" muertos".
Los extremistas
por un lado dicen dogmáticamente que
es absolutamente imposible hacer. Entusiastas por el
otro
lado alegan estar en comunicación clara e íntima con sus amigos
difuntos, y que hacen esto
una o dos
veces a la semana, y a veces más. ¿Cuál
es la verdad?. Bueno, la verdad es que a veces sí se produce comunicación, pero que los
casos son más contados que lo
que suponen los creyentes, y que esto siempre se hace
con una considerable dificultad
e incertidumbre.
En nada
se parece
a llamar por teléfono de New
York a Chicago. Se
parece más a los
días tempranos de
los experimentos de Marconi con
el inalámbrico,
cuando los mensajes que entraban eran muy ocasionales y fraccionados, y cuando generalmente lo que se
registraba no era más que disturbios atmosféricos y movimientos sin sentidos de
los instrumentos.
No
se metan en las cuestiones psíquicas. Si desean investigar científica y
cabalmente, enhorabuena,
pero esto será el trabajo de muchos
años y requerirá condiciones científicas. La objeción principal a la práctica
de tanta gente de correr tras los médiums es que eso en realidad es una forma de salirle huyendo a
las responsabilidades de la vida. Médiums profesionales dicen que muy
rara vez les toca clientes que son felices, cuya
vida está llena de prosperidad y auto-expresión. Por el contrario, son aquéllos con vidas
infelices y frustradas, haciendo caso omiso de una particular desgracia, los que
siempre se están tratando de comunicar con el siguiente plano. Es así como se
convierte en lo que la sicología denomina un "mecanismo de escape", y puede ser casi tan desastroso como el
alcohol o los narcóticos.
El asunto de ustedes es vivir aquí en este mundo mientras que aquí estén, encarar sus problemas aquí y tratar de resolverlos, y vivir en el
otro mundo cuando lleguen allí.
Hay
un modo realmente espiritual de comunicación del cual sólo el bien puede
resultar. Es el siguiente: Siéntate calladamente y recuérdate que el Dios uno
es realmente Omnipresente. Reflexiona entonces que tu
Verdadero Ser -la Chispa Divina en ti- está en la Presencia de Dios ahora, y que el
Verdadero Ser- la Chispa Divina- de tu amado también está en la Presencia de Dios. Haz esto por algunos minutos todos los días, y tarde
o temprano obtendrás un sentido de comunicación. Sin embargo, como
regla general, no se manifestará ningún mensaje detallado, sólo un definitivo e
inequívoco sentido de que él sabe que tú has pensado en él y que él está
pensando en ti.
Tomado del Libro " Puntos y
aspectos de Dios " de Emmet Fox