Dale importancia a tu
vida
hoy mismo. Siéntate calladamente con lápiz y papel en mano y escribe
las tres cosas que más deseas en
la vida.
Al hacer esto, sé lo más
franco que puedas. Escribe las cosas que
realmente deseas, no las cosas que
piensas que deberías desear. Sé específico,
evitando
toda ambiguedad. Habiendo
hecho esto, anota entonces las tres cosas o condiciones que quieres
eliminar de tu vida.
Sé lo más específico que puedas.
De hacer esto con
sinceridad, tendrás un análisis extremadamente valioso de tu propia mentalidad. Con el transcurrir del tiempo, te dirá gran cantidad de cosas acerca de
ti mismo que en la actualidad ni sospechas, cosas
que van mucho más allá
del alcance de los seis puntos
en sí. Y al aumentar tu conocimiento de la verdad espiritual, estarás en capacidad de manejar el nuevo
conocimiento acerca de ti mismo de manera sorprendente.
Pon ahora los
seis puntos frente a ti. Reflexiona sobre cada uno por separado durante algunos minutos, aplicándole todo el conocimiento
espiritual y metafísico que tengas. - Al principio no
te preocupes si consideras que tienes poco conocimiento
espiritual. Tu conocimiento aumentará a pasos agigantados al repetir diariamente tu tratamiento durante un mes. Si
repites este tratamiento todos los días
por un mes sin fallar ni un sólo día, sería de extrañar que al concluir dicho período no se hubiera manifestado algún cambio sorprendente para mejor
en tu condición
de vida.
Quienes
no estén familiarizados con los tratamientos espirituales pueden usar el siguiente método que, aunque simple, es muy efectivo:Exijan delicadamente (pero definitivamente) que la gran fuerza de vida creativa del universo traiga cada una de las tres
primeras cosas a sus vidas, y que haga eso a su manera, a su tiempo, y a su estilo. Exijan entonces que el mismo gran poder disuelva cada una de las últimas tres, también a su manera. No traten de dictaminarle la forma exacta en que se darán las nuevas condiciones. No se pongan tensos ni sean vehementes. Que nadie se entere de lo que ustedes están haciendo. No esperen impacientemente todos los días a ver si ya se dieron los resultados, sino que hagan su tratamiento y olvídense de él hasta el día siguiente. Y en la quietud y la confianza estará vuestra fortaleza.
Tomado del Libro " Mi Amigo Emmet Fox "