Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









jueves, 28 de abril de 2011

HASTA AHORA

A veces se dice: "¿De qué sirven los tratamientos? Hasta ahora son pocos los resultados que mis tratamientos han producido." La respuesta a esto es que en muchos casos los tratamientos han producido resultados extraordinarios y dramáticos. "Han sometido reinos, producido virtud, obtenido promesas, detenido las fauces de leones, aplacado la violencia del fuego, desviado el filo de la espada, ha convertido la debilidad en fuerza, y puesto en retirada a los ejércitos del infierno."

Si se objeta que un tratamiento o una semana de tratamientos no produce una demostración completa y final, y que (aparentemente) se hace necesario pasarse orando toda la vida, pues todo esto es verdad. Sí se requiere que nos pasemos orando toda nuestra vida. Pero se puede añadir que a medida que progresamos en la calidad de nuestras oraciones, éstas no serán una carga sino un gozo y un refresco -y, sea como fuere, no hay otra salida.

También se dice -lo cual es perfectamente verdad- que en algunos casos los tratamientos producen resultados muy pobres; pero esto sólo quiere decir que el paciente o su sanador no han estado haciendo el tratamiento de la manera correcta (situación que habrá que remediar orando por guía); o que la dificultad está asentada muy profundamente en la conciencia y requiere más tratamiento del que se le ha dado.
El que no se puedan todavía percibir los resultados no quiere decir que no se ha hecho el trabajo. Pero sea como fuere, el remedio sigue siendo aún más tratamiento, porque sencillamente no hay otra manera de salir de los problemas.

«El Señor será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia.» Salmo 9:9

(Tomado del libro "Reclama lo tuyo" de Emmet Fox)

domingo, 24 de abril de 2011

TU GRAN OPORTUNIDAD



Tu problema actual es tu gran oportunidad. Tu propia mente -"el lugar secreto" como lo llamara Jesús- es la cámara del consejo donde se hacen los arreglos y se toman las decisiones para toda tu vida. Igualmente es el salón de diseño donde se conforman los planes de tu destino. Tu vida es tu laboratorio. El mundo es tu taller.

La única razón de que estés aquí es para que te puedas desarrollar espiritualmente; y la única manera de hacer eso es hacerle frente a los múltiples desafíos que te presenta la vida práctica, y superarlos. No te desarrollas espiritualmente si te escapas de la vida y te refugias en una cueva de ermitaño o en algún retiro protegido artificialmente, por más buenas que puedan ser tus intenciones. Tampoco creces en estatura espiritual si logras anotar a punta de fuerza de voluntad, fuerza bruta o engaño astuto.

Creces en gracia y entendimiento cuando resuelves tus problemas diarios a medida que se van presentando, mediante la Práctica de la Presencia de Dios, mediante un trato honesto y sincero en todo momento, y mediante el cultivo de un verdadero sentido de humor -que siempre nos acerca más a Dios.

El meollo de la cuestión es que hay que afrontar la vida y dominarla. Las condiciones externas y las apariencias sencillamente no tienen importancia de por sí, salvo como fuente de material para crecer. La Ley estipula que cualquier dificultad que te pueda venir cuando sea -prescindiendo de lo que pueda ser- tiene que ser exactamente lo que más necesitas en ese momento para permitirte dar el próximo paso hacia adelante al superarla. No es necesario que hayan males sin razón. El único infortunio verdadero, la única tragedia de verdad se da cuando sufrimos sin aprender la lección.

Sin duda, todo el mundo en algún momento ha sentido el deseo de "alejarse de todo" en busca de silencio y paz, se ha sentido identificado con el poeta cuando dice: "Para mí el sonido de las campanas vespertinas en templos antiguos." Pero así no es la cosa. Tú no vives en un "templo antiguo", ni tampoco podrías ir a vivir a alguno ahora, aún si fuera lo apropiado. Tales pensamientos no son más que sueños sentimentales. La verdadera paz no viene de las condiciones externas, sino de lo interno. Se puede estar muerto de miedo o lleno de odio en la montaña más remota, y puedes gozar de la Presencia de Dios en medio de Times Square.
¡Despierta! Realiza a Dios, y permítele darte la felicidad perfecta y la libertad aquí y ahora.

«No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.» Juan 17:15

(Tomado del libro "Reclama lo tuyo" de Emmet Fox)

miércoles, 20 de abril de 2011

EL HOMBRE QUE VIVIÓ UN DÍA

Una de las reglas más importantes en metafísica es vivir en el presente. Vive en el hoy, y no te permitas vivir en el pasado bajo el pretexto que sea. Vivir en el pasado quiere decir pensar en el pasado, repasando eventos pasados, especialmente si haces esto con sentimiento.

La mente carnal tiene muchas ganas de hacernos vivir en el pasado -y es extraordinariamente astuta en cuanto a hacer que hagamos eso por más que no queramos. Encuentra las excusas más razonables para hacernos pensar para atrás, de manera que mucha gente inteligente se dice: "No debo quedarme en el pasado, ya lo sé, pero en este caso hay una buena razón." Por supuesto, esto es ridículo. Nunca hay una buena razón.

No hace una diferencia fundamental que digamos si lo que piensas del pasado es placentero o no -aunque, no hace falta decirlo, pensar en cosas placenteras es mucho mejor que pensar en angustias o problemas- pero aún así, pensar del todo en el pasado sigue siendo pensar en el pasado, y esto retrasa tu progreso y te hace mucho más difícil el demostrar.

Vive en el presente, y en vez de pensar en cosas placenteras del pasado, piensa en cosas placenteras hoy en día; o si parece que las cosas no están saliendo bien por ahora, piensa que Dios las está componiendo, y que muy pronto estarás contento y satisfecho. Si piensas esto con fe y convicción, se manifestará; y cuanto más convicción le pongas a estos pensamientos, tanto más rápido se manifestarán. De esta manera, harás que el día de hoy (o al menos el futuro muy cercano) sea exitoso y feliz -así será en realidad.

Ahora bien, ¿no es esto mucho mejor que pensar en cosas hasta muy felices del pasado, que, después de todo, siguen muertas y pasadas, y lejos de tu alcance? Por supuesto, repasar problemas pasados, desilusiones, etc. no es más que crear tanto más problemas. Idealmente, un estudiante de metafísica debería vivir un día al tiempo -esto es, el día de hoy. Si hace eso, mañana, cuando venga, será muy feliz y exitoso.

No hace falta decir que la mente carnal es sencillamente tu ser inferior, incluyendo todos los miedos y malos hábitos de pensamiento que has recogido en el curso de tu vida. No es inteligente. Es simplemente un compendio de hábitos negativos eliminándose a sí mismos.
Entrénate para ser un hombre o mujer que vive un día al tiempo. Te sorprenderá lo rápido que cambiarán las condiciones para mejor cuando abordas este ideal. No tienes nada que perder, y mucho que ganar. Acaso la Biblia no dice: «He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.» (2 Corintios 6:2)

(Tomado del libro "Reclama lo tuyo" de Emmet Fox)

miércoles, 6 de abril de 2011

Ahora

¿Alguna vez se te ha ocurrido que el único tiempo que realmente tienes es el momento presente? Todos hemos oído esto muchas veces, pero probablemente pocos jamás realizamos, siquiera ligeramente, lo que eso entraña. Lo que significa es que sólo puedes vivir en el presente. Significa que sólo puedes actuar en el presente. Significa que sólo puedes experimentar en el presente.

Sobre todo, significa que lo único que tienes que subsanar es el pensamiento presente. Si comprendes bien esto, todo se transformará en una imagen de armonía y júbilo. Cuando algunos estudiantes oyen a alguien afirmar esto, piensan, "oh sí, ya lo sé. Lo he sabido durante años"; pero lo más probable es que no lo hayan entendido a cabalidad. Cuando lo entiendan realmente, lograrán resultados notables.

Todo lo que tú puedes conocer es tu pensamiento actual, y todo lo que puedes experimentar es tu expresión externa de todos los pensamientos y creencias que estás abrigando en el momento actual.

Lo que denominas "el pasado" sólo puede ser la memoria que, del pasado, tienes. Las aparentes consecuencias de eventos pasados -sean buenas o malas- no son más que expresiones de tu actual estado mental (incluyendo, por supuesto, al subconsciente).

Lo que denominas "el futuro", cosas que puedas estar planeando, o cosas que puedas estar temiendo -todo esto no es más que tu actual estado mental.

Este es el verdadero significado de la frase tradicional "el Eterno Ahora." El único júbilo que puedes experimentar es el júbilo que experimentas ahora. Una memoria feliz es un júbilo presente. El único dolor que puedes experimentar es el dolor del momento actual. Las memorias tristes son penas actuales.

Que el momento actual sea el correcto. Realiza la paz, la armonía, la buena voluntad en el momento actual. Al concentrarte sobre estas cosas y reclamarlas -y, durante el tratamiento, al olvidarte de todo lo demás-, los problemas pasados y futuros por igual se resolverán por sí mismos.

«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» Filipenses 4:8


(Tomado del libro "Reclama lo tuyo" de Emmet Fox)