Consideraremos al primer caballo como el Caballo Pálido,
y "pálido" quiere decir
el color del terror. Puede que ustedes
hayan visto el terror desdibujado en algún rostro
humano, y no me refiero sólo al nerviosismo o miedo moderado sino al terror. No es un cuadro placentero.
La piel
adquiere una clase de
color gris
ceniciento, y ése es
el color del Caballo Pálido.
Bueno,
el Caballo Pálido representa el cuerpo
físico, y
aquí se nos dice que el que cabalga
sobre este caballo es la Muerte, y
que el Hades (v.g. el infierno) lo
va persiguiendo. Si ustedes son esta clase de jinete, si tan sólo viven
para su cuerpo físico, no los espera otra cosa que el
infierno - ya sea en este plano o en cualquier otro. Esa gente que sólo vive para el cuerpo son merecedores de
lástima. El cuerpo es el más cruel de
los capataces, cuando se le permite que sea él quien
mande. La persona que vive sólo para la comida y la bebida y la sensualidad, no trae a su vida más que mal y destrucción aquí mismo
en este plano. Recuerden que la persona que vive para
el cuerpo no puede estarse regenerando, por lo que se pone más vieja cada año.
Esto quiere decir que el cuerpo va progresivamente fallando, sin
contar dicha persona con otros recursos. Para esta persona,
la tercera
edad trae decrepitud
y vacío –y probablemente
dolor e incomodidad también. Esta persona ha cabalgado sobre el
Caballo Pálido, y el infierno tiene que seguir a dicho
jinete.Pero el Caballo
Pálido no sólo representa al
cuerpo
físico. Representa también todas las
otras cosas físicas,
lo que la Biblia en algunas instancias
llama "el mundo" - dinero,
posición, honores materiales,
etc.
Si
ponen el dinero antes que nada,
están cabalgando sobre el Caballo Pálido
aunque no sean glotones o sensualistas. El Dinero es su Dios, y
probablemente lo obtendrán;
pero les pesará ya que el infierno los
vendrá persiguiendo. ¿Por qué adorar al dinero? Una vez que hayan comprado algo
de comida, algo de vestimenta, pagado
su alquiler y obtenido algunas otras cosas, ¿qué
más les puede dar el dinero? Hay
millonarios caminando por la Quinta
Avenida que se encuentran con que no hay nada, ni siquiera un artículo, que ellos
realmente necesitan que el dinero les pueda comprar. No pueden entrar a cualquier
tienda con un cheque en blanco y comprar paz mental, o
un cuerpo sano, o una amistad, o lealtad; o, por encima de todo, un contacto con Dios.
Hay
otra gente que si bien no les interesa el dinero, anhela honores y distinciones mundanas. Quiere ser importante
o - lo que sería más acertado - ser
considerada importante. Quiere ser la cabeza de algo. Quiere ser admirada. No piensa en el bien que pudiera hacer en el mundo, sino en cuánto honor puede recibir. Ellos también cabalgan sobre el Caballo Pálido y el infierno los persigue. Si pudieran leer los corazones de aquellos que ocupan las sillas del poder, les sorprendería cuán a menudo descubrirían
desilusión y mortificación, ya que el Caballo Pálido siempre obra como de
usanza.
Si
un individuo acepta un nombramiento importante porque honestamente quiere
servir a otros y glorificar a Dios, esta persona no cabalga sobre el Caballo Pálido, y
en este caso - si las cosas salen mal, o si es incomprendido o maltratado - no le importará. No
se apesadumbrará, porque estaba tratando de hacer el
Trabajo de Dios, que - de por sí - es todo un éxito.
Aquel
que vive
para beber
y comer, el
sensualista y el drogadicto; aquel
que vive para el
dinero o para los honores mundanos, es
el jinete del Caballo Pálido.
Tomado del Libro " Alfa y Omega " de Emmet fox