Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









miércoles, 28 de noviembre de 2012

CONCIENCIA DE MAESTRO ASCENDIDO


(Diciembre de 1953)
La Conciencia de Maestro Ascendido es UNA con la Mente Omnisapiente de Dios como un todo colectivo, y con las partes componentes de la gran Mente Divina según se expresa a tras de laindividualizaciones de Dios que han alcanzado la PERFECCIÓN.
La Conciencia de Maestro Ascendido no se conecta con (ni abraza a) la conciencia humana o imperfecta de individuos dormidos, y he aquí Su sabiduría y Su santuario divino.
Tu conciencia es tu mundo, y aquello de lo que eres consciente se convierte en parte viviente de tu experiencia.
Para alcanzar la Conciencia de Maestro Ascendido y convertirse en ella, tienes que tomar el rayo de tu atención, atado a las Cualidades de comprensión de Maestro Ascendido, y traer el aliento viviente y respirante del Maestro a tu mundo. Es menester que mantengas una guardia estricta a la puerta de tu conciencia individual en cuanto a aceptar alguna limitación -mediante conversación, discusión, pensamiento, sentimiento, lectura, etc. Recordarás que Saint Germain afirmó que si los mismos Maestros mantienen su atención sobre el problema de la Tierra por algún tiempo, quedarían auto-empujándose hacia abajo; esto es, contaminarían Su conciencia con las condiciones de limitación.


Tomado del Libro Diario de " El Puente a la Libertad" ( JESUS )

sábado, 24 de noviembre de 2012

PREPARACIÓN PREVIA DE LA CONCIENCIA



(Julio de 1953)
La contemplación de la Presencia Sanadora y la aceptación del Todo-Poder de esta Presencia deben anteceder toda Aplicación. 
¿Sabían que Yo a menudo me pasaba horas en adoración a ese poder sanador siempre-presente, antes de dejar la privacidad comparativa de mi habitación a fin de fortalecer Mi conciencia ante el mundo de las apariencias? De esa manera, para nada importaba lo que la vida pudiera traer a Mi atención, Yo sabía con toda certeza que no tenía poder alguno ante la Llama Sanadora del Padre que estaba entonces (y sigue estando) viva dentro de Mí, a la espera del Llamado para auto- descargarse como el control maestro de las apariencias. Si Yo no Me hubiera fortalecido de esa manera, Mi conciencia externa no hubiera sido diferente de la de ningún otro hombre, y algunas de las temibles apariencias que los hombres han tejido en la sustancia cerebral, en su carne o en la sustancia más efímera de sus cuerpos mental y emocional, hubieran causado una vibración temporal dentro de Mí, la cual, en cierta medida, hubiera neutralizado Mi poder para despedida.
No es cuestión de un momento el convencer a la conciencia externa del Todo-Poder de Dios. No es cuestión de un momento sostener esa seguridad positiva de que absolutamente no hay ningún otro poder que pueda actuar. A lo largo de la vida, cada hombre y mujer que camina en un cuerpo de carne debe sostener la Aplicación para saturar la conciencia externa con una realización de este Todo-Poder. No hay avatar, santo o mensajero que sea una excepción a esta regla.

Tomado del libro Diario de "El Puente a la Libertad " ( JESUS )

lunes, 19 de noviembre de 2012

SALVADOR DEL MUNDO



Si es verdad -como lo es- que nuestras dificultades emanan de nuestro incorrecto pensar (tanto en el presente como en el pasado), y considerando el sublime nivel de conciencia que Jesús alcanzó, puede que surja entonces la siguiente pregunta: ¿Por qué tuvo Él que tener dificultades de tiempo en tiempo - señaladamente su terrible conflicto con el miedo en el Huerto de Getsemaní, y su muerte en la cruz?
La respuesta es que el caso de Jesús era bastante diferente al de cualquier otra persona, porque Él no sufrió por su propio pensar incorrecto, sino por el nuestro. Debido a su alto grado de entendimiento, Jesús hubiera podido fácilmente escaparse y trascender calladamente sin experimentar ningún tipo de sufrimiento, como, por ejemplo, habían hecho Moisés y Elías antes que Él. Pero Jesús deliberadamente escogió emprender esta terrible tarea a fin de ayudar a la humanidad; y, por ende, a Él justamente le corresponde el título de Salvador del Mundo.
Llegamos ahora a considerar este reino algo más detalladamente, y encontramos que el Palacio del Rey, el despacho del gobierno -como quien dice- es nada menos que nuestra propia conciencia, nuestra propia mentalidad. Éste es tu propio gabinete privado, y los negocios que allí se efectúan son el remolino de pensamientos que continuamente te pasan por la mente. El salmista lo denomina "Lugar Secreto del Altísimo ", y es secreto porque nadie que no seas tú puede entrar allí. Allí hay privacidad y hay dominio. Tienes el poder de pensar lo que te plazca. Puedes escoger cuáles pensamientos aceptarás y cuáles rechazarás. En dicho lugar tú eres el amo. Todos aquellos pensamientos que elijas considerar más a fondo serán en breve expresados en el mundo físico externo como cosas y eventos -y ésa habrá de ser tu atalaya. Al haber pensado ciertos pensamientos, no tienes ningún poder para cambiar las consecuencias externas de los mismos. Tu escogencia radica en pensarlos o no pensarlos para comenzar. Si no deseas que ciertas consecuencias te sobrevengan, entonces habrás de abstenerte de pensarlas en primer lugar o de pensar la clase de pensamiento que terminarán en tales. Si no quieres que un motor eche a andar, no abras la válvula; si no quieres que la campana suene, no tires del cordel; y de esta manera, si realmente entiendes este principio fundamental, de ahora en adelante vigilarás tu forma habitual de pensar con sumo cuidado.
Ya que la clase de pensamiento que sostienes en tu conciencia (el Lugar Secreto) en breve se expresará en tu vida externa, en tu cuerpo y asuntos, con toda seguridad pensarás tanto en abrigar pensamientos inarmoniosos como pensarías en comer o beber algo que te enfermara. Recuerda que todo aquello sobre lo cual la mente se fija tarde o temprano lo experimentarás, no necesariamente idéntico pero sí de la misma naturaleza. Por ejemplo, si piensas mucho en enfermedades, tiendes a socavar tu salud; si piensas mucho en la pobreza y en depresiones económicas, tiendes a atraer la pobreza a tu vida; y si piensas en problemas, en reyertas y en deshonestidad, atraerás tales cosas a ti. La cosa concreta que ocurre en un momento en particular no será necesariamente la precisa reproducción de ningún curso de ideas en particular, sino más bien el resultado de la acción combinada de ese curso de ideas y tu actitud mental en general.
Pensar en las enfermedades es sólo uno de los dos factores que producen dolencias corporales, y generalmente es el menos importante. El otro, el más importante de los dos, es el de abrigar emociones negativas o destructivas, aunque parece que es poco lo que se entiende este hecho, aún entre estudiantes de metafísica. Es tan importante, sin embargo, que es simplemente imposible insistir demasiado en el hecho de que las dolencias corporales son causadas al permitir el paciente que emociones destructivas se establezcan en su mente. No se puede repetir lo suficiente que abrigar sentimientos de ira, de resentimiento, de celos, de desprecio y demás, con toda seguridad perjudicará seriamente tu salud de una manera u otra. Para nada influye la justificación o lo que sea de tales sentimientos. Nada tiene que ver con los resultados, ya que el asunto es una cuestión de la ley natural. 

Tomado del libro " El Sermón del Monte " de Emmet Fox

sábado, 10 de noviembre de 2012

SEMBRANDO Y COSECHANDO


Aquello que el hombre siembra, eso mismo cosechará.
No existe lo que se llama la "suerte". Nada nunca pasa por casualidad. Todo lo que entra a tu vida, sea bueno o malo, pasa como resultado de una Ley inmutable e inevitable. Y el único operador de dicha ley no es otro que tú mismo. Nadie más te ha hecho daño alguno ni podría hacértelo, no importa cuánto parezca que sí lo ha hecho. Consciente o inconscientemente, en algún momento u otro, tú mismo has producido toda condición
deseable o indeseable con la que te encuentras tanto en tu salud corporal o en tu circunstancia hoy día. Tú -y sólo tú- pediste esa mercancía y ahora se te está entregando. Y en tanto sigas pensando mal acerca de ti mismo y de la vida, la misma dificultad seguirá asediándote, ya que toda semilla invariablemente tiene que producir según su propia especie, y el pensamiento es la semilla del destino.
Sin embargo, hay una salida sencilla a todos los problemas. Aprende a pensar correctamente en vez de hacerla equivocadamente, y las condiciones comenzarán a mejorar enseguida hasta que -tarde o temprano- toda la mala salud, la pobreza y la inarmonía desaparecerán. Tal es la Ley. La vida no tiene que ser una batalla. Puede ser (y debería ser) una gloriosa aventura mística; pero vivir es una ciencia.
Esta es una manera de afirmar la Gran Ley. Lee y relee esto en intervalos regulares, e inevitablemente cambiará tu visión de la vida. 

Tomado del Libro " Puntos y Aspectos de Dios" de Emmet Fox

sábado, 3 de noviembre de 2012

DIOS EN LOS NEGOCIOS



Una gran proporción de lo que llamamos "problemas de negocios" en realidad consiste en negociar con otra gente. Todo el arte de la venta, por supuesto, es negociación entre vendedor y comprador. Y la venta exitosa quiere decir llevar dicha negociación a un término satisfactorio para ambas partes.
Ya sea que estés buscando una posición para ti o que estés empleando a alguien que trabajpara ti, el resultado último dependerá de tu negociación. Quieres encontrar a la persona correcta que llene tu vacante, o deseas que se te contrate para cierta posición que, piensas, se ajustaría muy bien a tus requisitos. En cualquiera de los dos casos, el resultado es una cuestión de negociación. A menudo surgen disputas y malentendidos entre dos empresas, o entre una empresa y un cliente y aquí, una vez más, las relaciones armoniosas en el futur-lo cual quiere decir más negocio- dependerá de cómo se llevan a cabo las negociaciones actuales.
De hecho, se verá que toda relación en la vida depende de la habilidad de hacer ajustes personales armoniosos, lo cual es negociación. En cuestiones tales como disputas familiares y personales, así como en aquellas cosas consideradas generalmente bajo la categoría de negocios, se encontrará que el mismo principio también se aplica con una fuerza aún mayor, si es que esto es posible.
Ahora, el secreto de una negociación exitosa puede ser sintetizado. Es esto: VE A DIOS EN AMBOS LADOS DE LA MESA. Proclama que Dios está trabajando a través de ustedes dos, a través de ti mismo y de la persona con la que estás tratando. No trates de salirte con la tuya a punta de poder de voluntad, sino afirma que la Voluntad de Dios se haga en ese asunto en particular. Recuerda que tu manera de hacer las cosas puede no ser lo que más te convenga. Lo que hoy deseas puede que la semana entrante sea un engorro o hasta una desgracia. No trates de ser más listo que la otra persona, de persuadirle contra su voluntad o de tomarle siquiera la más mínima ventaja. Sencillamente enuncia tu caso honestamente al máximo de tus habilidades; haz sólo lo que consideras que es correcto; y sabe que Dios está viviendo y trabajando en tu vida. Entonces, si no haces esa venta, harás una mejor en su lugar. Si no haces el arreglo que querías hacer hoy, uno mejor se presentará mañana.
Nunca te permitas estar presionado o tenso o ansioso más de la cuenta. Dios jamás se apura, trabaja sin esfuerzo. Al tratar con el prójimo, pon a Dios en ambos lados de la mesa y el resultado será un verdadero éxito para ambas partes.  

Tomado del Libro " Puntos y Aspectos de Dios " de Emmet Fox "