Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









sábado, 19 de marzo de 2011

¿QUÉ ESPERA DIOS?

Como hijos del Altísimo que somos, tenemos una herencia Divina y, por ende, el derecho de esperar que Dios nos provea de todo lo que necesitamos. Deberíamos esperar que él nos cure cuando estamos enfermos, que nos suministre con abundancia cuando tenemos necesidad, y que nos traiga paz y armonía cuando estamos llenos de miedo.

La Biblia está llena de promesas de lo que Dios hará por Sus hijos, pero quizás Jesús lo puso de forma más sencilla cuando dijo: «¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?».

De manera que tienes un derecho Divino a esperar todas estas cosas buenas de parte de Dios.
Pero, ¿qué espera Dios de nosotros? Bueno, Dios tiene el derecho a esperar que le pondremos de primero en nuestro corazón. Eso entraña que veamos a Dios en todo y en todos, esto es, la Práctica de la Presencia de Dios.

Luego, Dios espera que tengamos una fe viva. Negamos a Dios en la misma medida en que nos falta fe. La fe, de por sí, es una dependencia en la bondad de Dios.

Y finalmente, Dios espera que vayamos a Él en oración -no como un miserable suplicante sino como un hijo que sabe que antes de haber pedido, ya su Padre amoroso ha respondido.

(Tomado del libro "Reclama lo tuyo" de Emmet Fox)