7. La Ley del Perdón
Es una ley mental inquebrantable que tengas que perdo
nar a otros si quieres demostrar por encima de tus difi
cultades y realizar un verdadero progreso espiritual.
La importancia vital del perdón podrá no ser obvia a pri
mera vista, pero puedes estar seguro de que no es por
casualidad que todos los grandes maestros — desde Je
sucristo para abajo -- han insistido tanto al respecto.
Tienes que perdonar heridas e injurias, no solo de pala
bra o como cuestión de forma, no por amor a la otra per
sona, sino sinceramente, de corazón — ni más ni me
nos.
Haces esto no por amor a la otra persona, sino por amor
a ti mismo. A la otra persona le dará igual (a menos que
dicha persona le asigne un valor a tu perdón), pero a ti
si te hará una tremenda diferencia. El resentimiento, la
condenación, la ira, el deseo de ver que se le castigue a
alguien, son cosas que te pudren el alma, no importa
cuán astutamente puedas disfrazarlas. Estas cosas, al
tener un contenido emocional mayor de lo que sospe
cha la gente, hacen que tus problemas se te adhieran
como si estuvieran remachados.
Te encadenan a innumerables problemas adicionales
que, de hecho, nada tienen que ver con los agravios ori
ginales.
Perdonar no quiere decir que tengas que gustar del de
lincuente ni que quieras intimar con él, sino que debes
tenerle buena voluntad y desearle el bien. Por supues
to que no tienes que convertirte en una "alfombra de
bienvenida". Por supuesto que no tienes que permitir
que la gente abuse de ti ni que se te maltrate. Tendrás
que librar tus propias batallas y pelearlas a punta de
oración, justicia y buena voluntad. No importa si pue
des olvidar la injuria o no —aunque seguramente si
dejas de repasarla probablemente la olvidarás—-,
pero sí tienes que perdonar. Reconsidera ahora
El Padre Nuestro.
«No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldi-
ción., sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que
fuisteis llamados para que heredaseis bendición.»
1 Pedro 3:19
Tomado del Libro "Dale Valor a Tu Vida" de Emmet Fox.