La palabra "salvación" aparece más de ciento veinte ve
ces en la Biblia. En generaciones pasadas, la gente reli
giosa la usaba constantemente, y si bien hoy día no se
escucha con tanta frecuencia, no es menos cierto que
es una de las palabras más importantes en la Biblia y
una de las menos comprendidas.
En la Biblia, la palabra "salvación" quiere decir salud
perfecta, armonía y liberación. Cuando tienes un cuer
po sano de manera que vivir es, de por sí, un gozo;
cuando estás viviendo en condiciones que son comple
tamente armoniosas; cuando tu tiempo esta colmado
de actividades útiles y alegres; cuando tu entendimien
to de Dios incrementa a diario, y no estás consciente
de temor alguno has logrado la salvación en el sentido
bíblico.
Son estas las cosas que Dios quiere para el hombre pa
ra ti mismo; y la Biblia fue escrita justamente para de
cirnos cómo alcanzarlas.
Alcanzamos la salvación buscando a Dios en pensa
miento, y dejándolo que actúe a través de nosotros; re
husando darle poder a las condiciones externas; entre
nándonos al desdeñar el miedo.
«El Señor es mi luz y mi salvación.» Salmo 27:1
«Él solamente es mi roca y mi salvación.» Salmo 62:2
«Y nos levantó un poderoso Salvador ... » Lucas 1 :69
«Y verá toda carne la salvación de Dios» Lucas 3:6
Textos como estos son característicos de las promesas
bíblicas sobre la salvación. La oración de Habacuc ilus
tra la angustia mental que a menudo acompaña a la ac
tividad (ira) de Dios en nuestra alma, cuando las dificul
tades salen a la superficie para ser despejadas, y se
presenta un período de tensión antes de la demostra
ción.
A algunas personas la salvación les llega suave y fácil
mente, pero por mientras a la mayoría no le queda más
que conseguirla con cierto grado de "temor y estremeci
miento". La forma en que llega no es realmente impor
tante, pero llegará ... siempre y cuando la busquemos
de todo corazón.
Un tratamiento excelente es buscar la palabra "salva
ción" en un índice, y entonces leer algunos versículos
donde aparezca, interpretándolos espiritualmente, por
supuesto.
Extraidas del Libro " Dale Valor a Tu Vida " de Emmet Fox