Alguna
vez has caído en la cuenta de que
en todo a nuestro
alrededor yace
un ámbito de infinito poder al
cual podemos entrenar
por cuenta propia para que nos sirva en cualquier momento? Este poder
nos rodea como la atmósfera
y, al igual que la atmósfera, le
pertenece
a todo el
mundo y está a la disposición
de cualquiera para todo
buen propósito. Este
Poder -que es la verdadera
fuente
de todas las cosas que existen- solamente
necesita ser contactado conscientemente
a fin de fluir
dentro de tu ser
y transformarse a
sí mismo
en salud, en verdadera prosperidad, en inspiración o en cualquier cosa que puedas
estar necesitando.
Este Poder es bastante impersonal de por sí, pero
siempre está buscando una oportunidad de expresarse
a través de personalidades
en particular,
a través de ti o de
mí, si tan sólo lo dejáramos.
Todos le
permitimos que lo haga de vez en cuando, pero
sólo
muy rara vez lo
hacemos la mayoría
de las veces. Sin el
menor entendimiento
de lo que estamos haciendo,
nosotros - aunque sólo sea una
vez al
año para Cuaresma - le damos a tal poder
una oportunidad de
"realizarse", y entonces
decimos
que hemos tenido una
idea espléndida
y que no sabemos de dónde salió;
o que nos estamos sintiendo tan
maravillosamente
bien hoy
sin saber por
qué, que hemos realizado tres
veces más la cantidad de trabajo que usualmente
hacemos; o que
todo parece
estar saliendo bien ahora mismo;
o que hemos
tenido
una racha de muy "buena suerte". Ahora bien, lo
que en realidad ha pasado en estos casos
es que, por una razón u otra,
hemos contactado
al Poder Universal por
un corto lapso.
Pero no
hay, en realidad, razón alguna por la
cual no podamos
aprender a contactar este Poder en cualquier momento, cuando quiera
que nos provoque, y
no sólo ocasionalmente o por casualidad.
No hay razón para que no nos podamos entrenar para
permitirle que trabaje
para nosotros -o más bien, a través de nosotros- todo los días de la
semana. No hay razón para que no le permitamos que nos construya cuerpos fuertes, sanos y bellos. No hay razón para
que no le permitamos
que se sobreponga a nuestras
dificultades, que borre
nuestros errores
-porque también
puede hacer eso-, suministrarnos de ideas
nuevas y originales para nuestro
trabajo u hogar; en verdad no hay razón para que
no dejemos que ese
Poder convierta
nuestras vidas en eso
bello y gozoso
que la Providencia tenía por objeto que fueran.
Tomado del Libro " Puntos y Aspectos de Dios " de Emmet Fox