"Todo fluye y refluye; todo tiene sus perío-
dos de avance y retroceso; todo asciende y
desciende; lodo se mueve como un péndulo;
la medida de su movimiento hacia la dere-
cha, es la misma que la de su movimiento
hacia la izquierda; el ritmo es la compensación."
dos de avance y retroceso; todo asciende y
desciende; lodo se mueve como un péndulo;
la medida de su movimiento hacia la dere-
cha, es la misma que la de su movimiento
hacia la izquierda; el ritmo es la compensación."
EL KYBALlON
Este principio encierra la verdad de que todo se manifiesta
en un determinado movimiento de ida y vuelta; un flujo y reflujo, una
oscilación del péndulo entre los dos polos que existen de acuerdo con el principio
de polaridad, descrito hace un momento. Hay siempre una acción y una reacción,
un avance y un retroceso, una ascensión y un descenso. Y esta le rige para
todo; soles, mundos, animales, mente, energía, materia. Esta ley lo mismo se
manifiesta en la creación como en la destrucción de los mundos, en el progreso
como en la decadencia de las naciones, en la vida, en las cosas todas y, finalmente, en
los estados mentales del hombre, y es con referencia a esto último que creen
los hermetistas que este principio es el más importante. Los hermetistas han
descubierto este principio. encontrándolo de aplicación universal, y han
descubierto asimismo ciertos métodos para escapar a sus efectos, mediante el empleo
de las fórmulas y métodos apropiados. Emplean para ello la ley mental de neutralización. No pueden
anular el principio o impedir que opere, pero han aprendido a eludir sus efectos
hasta un cierto grado, grado que depende del dominio que se tenga de dicho
principio. Saben cómo usarlo, en vez de ser usados por él. En este y en otros parecidos métodos consiste la
ciencia hermética, El Maestro se polariza a sí mismo en el punto donde desea
quedarse, y entonces neutraliza la oscilación rítmica pendular que tendería a
arrastrarlo hacia el otro polo. Todos los que han adquirido cierto grado de dominio
sobre sí mismos ejecutan esto hasta cierto punto, consciente o inconscientemente,
pero el Maestro lo efectúa conscientemente, y por el solo poder de su voluntad
alcanza un grado tal de estabilidad y firmeza mental casi imposible de concebir
por esa inmensa muchedumbre que va y viene en un continuado movimiento
ondulatorio, impulsada por ese principio de ritmo. Este,
así como el de la polaridad, han sido cuidadosamente estudiados por los
hermetistas, y los métodos de contra-balancearlos, neutralizarlos y emplearlos, forman una de las partes más importantes de la alquimia
mental hermética.
Tomado de El Libro " EL Kibalión "