Aún si tan sólo
fuera uno el grupo que
aprendiera
a orar científicamente, y que dedicara
siquiera algunos minutos diariamente a la Oración Científica por la paz universal,
nunca volvería a haber otra guerra. Por supuesto,
no hace
falta decir que hay más que suficientes hombres y mujeres de buena
voluntad en
el mundo listos a hacer esto, y que el único problema
es enseñarles
cómo
hacerla.
Déjenme decir aquí que no
puedo hacer énfasis con la suficiente vehemencia
sobre el hecho de que tiene que ser Oración Científica si es que va a servir de algo en la práctica. Otros métodos de oración,
si bien son excelentes en su momento y lugar para otros propósitos,
son de poco uso práctico
para la prevención de la
guerra. Tales métodos consolarán
al individuo, purificarán y desarrollarán su alma, y
le armarán de fortaleza para enfrentar sus problemas; pero no evitarán la guerra. Sólo
la Oración Científica hará eso, y de que lo hará está
más allá de toda duda.
Lo único que se requiere es que un número suficiente de personas (y no tiene
necesariamente que ser un grupo grande numéricamente hablando) ore en la forma correcta para que la guerra no se dé.
Extraído del Libro " Puntos y Aspecto de Dios "