La
fraseología legan en contratos y otros documentos está plétora de la expresión
"un acto de fuerza mayor" refiriéndose casi siempre a cuestiones
desagradables e indeseables como ciclones, inundaciones y hambrunas.
Ahora bien,
al igual que el pronunciamiento legal, a menudo tendemos a culpar a Dios, pero Dios no produce ninguna de estas cosas, ya que Dios es el autor
únicamente del bien perfecto, y deberíamos correctamente atribuirle únicamente
aquellas cosas que son buenas. Por más amarga que pueda resultar la píldora, es
el hombre quien acarrea sobre sí esas cosas negativas a causa de su propio pensar equivocado -por sus
odios, temores y resentimientos-, ya que las condiciones externas tienen que
corresponder a los pensamientos internos, trátese de un pensamiento individual o del pensamiento colectivo
de una nación.
Pero son
muchos los "actos de fuerza mayor" [esto es, "actos de
Dios"] -y estos siempre son para bien- porque Dios está actuando constantemente
en y a través de todos y cada uno de nosotros cuando nos asociamos en pensamiento
con Él.
Cuando, como
resultado de la oración, se sana tu cuerpo, o cosas que estaban yendo mal salen
bien, y encuentras que el camino se despeja frente a ti, entonces podrás decir
con gozo: "Es un acto de fuerza mayor [acto de Dios]. Alabado
sea el Señor."
Tomado del Libro " Reclama Lo Tuyo " .-Emmet Fox