«¿Proferirá el sabio vana sabiduría, y llenará su vientre de
viento solano? ¿ Disputará con palabras inútiles, y con razones
sin provecho?» Job 15:2-3
viento solano? ¿ Disputará con palabras inútiles, y con razones
sin provecho?» Job 15:2-3
Hay
ocasiones en que las dificultades parecen perdurar
con poca o ninguna mejoría. En
tales ocasiones, se siente la
tentación a olvidarse del conocimiento que de la Verdad se tiene, y decir: "¿De qué sirve? Parece que la oración no me produce ningún resultado".
De
seguir en este estado mental, no pasará mucho
tiempo antes de que atravesemos
por un período de depresión y
desesperación, y crearemos un ciclo negativo en que las dificultades se amontonan sobre las dificultades.
Por
supuesto, es fácil ver por qué esto habría de ser así,
ya que el pensar negativamente sólo engendra más pensamientos
negativos, y simplemente seguimos produciendo más y más condiciones negativas.
Ahora
bien, la oración siempre es buena, pero es en las ocasiones en que pensamos que
la oración no está trabajando que más tenemos que orar.
En
vez de dar vueltas en círculo como una rata encerrada en una celda, deberías
tomar una pausa y reflexionar una vez más sobre el amor y la bondad de Dios, porque es sólo mediante una elevación de conciencia
que podrás comenzar a elevarte por encima de tus problemas.
Una
vez que hayas dado este paso inicial, procura refrescar tus oraciones leyendo algo
en la Biblia o algún otro buen libro de espiritualidad. Apártate de las afirmaciones sopeteadas que has
llegado a repetir como un loro. Háblale a Dios como si fueras un niño, con fe y
sencillez.
Luego,
olvídate por mientras de tus dificultades, dejándole los resultados a Dios. No
anticipes ningún otro tratamiento, porque esto no sería más que afirmar que el
tratamiento actual no servirá; sino que más tarde vuelve a orar si lo
encuentras necesario.
«Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado.» Job 22:23
Tomado del Libro " Reclama Lo Tuyo " .-Emmet Fox
Tomado del Libro " Reclama Lo Tuyo " .-Emmet Fox