Dios tiene que vivir en ti

Tu propia mentalidad tiene todo el poder para convertir tu vida en algo bueno o en algo malo.
Esta es la gran verdad del hombre. Tu propia mentalidad conforma lo que tu cuerpo es. Si
tienes un órgano dañado, tal deterioro es producto de tu propia mentalidad; y si cambias tu
pensamiento al respecto, se sanará. Si tus alrededores son desagradables, tal condición es cau
sada por tu propia mentalidad, y cuando tu mentalidad cambie, tus alrededores cambiarán también. Si tu problema es carestía, dicha carestía es causada por tu propia mentalidad, y si cambias tu mentalidad, la prosperidad vendrá.
En realidad, la otra gente no te puede afectar, como tampoco lo pueden hacer los hábitos, el clima, el mercado, la administración, la situación mundial, ni cualquier otra causa concebible, salvo tu propia mentalidad. La Vida Divina tiene que expresarse mediante pensamientos de Vida en ti si es que va a curarte. El Amor Divino tiene que convertirse en un sentido de amor en tu propio corazón si es que va a curarte —a cualquier otra persona a través de ti. La
Inteligencia Divina tiene que convertirse en un entendimiento consciente en tu mentali dad si es que va a guiarte y a salvarte. La Paz Divina tiene que ser experimentada en la práctica por ti antes de que pueda Cambiar tu vida.
Estas cualidades tienen que ser hechas parte de tu propia mentalidad antes de que puedan tener algún efecto en tu vida. Pensar en ellas en términos de que le pertenecen a un Dios externo no tendrá ningún efecto en ti. Bien nos indicó Jesús que el Reino de Dios estaba en nuestro interior.

Extraido del libro "Encuentra y utiliza tu poder interno" de Emmet Fox