¿Se puede decir que en estos últimos días no te has sentido
como un hombre libre y feliz, sin problemas ni preocupaciones? ¿No te has sentido
así? Pues estás dormido. ¿Qué ocurre cuando estás despierto? No cambia nada, todo ocurre igual, pero eres tú el que ha cambiado
para entrar en la realidad. Entonces lo ves todo claro.
Le preguntaron a un maestro oriental sus discípulos:
«¿Qué te ha proporcionado la iluminación?». Y contestó: «Primero tenía depresión y ahora sigo con la misma depresión, pero la
diferencia está en que
ahora no me molesta la depresión».
ESTAR DESPIERTO ES ACEPTARLO TODO, no como ley, ni como sacrificio, ni con esfuerzo, sino por iluminación, aceptarlo todo porque lo ves claro y ya nada ni
nadie te puede engañar. ES DESPERTAR A LA LUZ. El dolor existe, y el sufrimiento sólo
surge cuando te resistes al dolor. Si tú aceptas el dolor, el sufrimiento
no existe. El dolor no es inaguantable, porque tiene un sentido comprensible en donde se remansa. Lo
inaguantable es tener el cuerpo aquí y la mente en el pasado o en el futuro.
Lo insoportable es querer distorsionar la realidad que
es inamovible. Eso sí que es insoportable. Es una lucha inútil como es inútil su resultado: el
sufrimiento. No se puede luchar por lo que no existe.
No hay que buscar la felicidad en donde no está, ni tomar la vida por lo que no es vida, porque entonces estaremos creando un sufrimiento que
sólo es el resultado de nuestra ceguera y, con él, el desasosiego, la congoja, el
miedo, la inseguridad ..... Nada de esto existe sino en nuestra mente dormida. Cuando
despertemos, se acabó.
Tomado del Libro " El Apego y El Sendero de La Iluminación " de Tony DeMello