Lo importante es ser capaz de darte cuenta de que no
eres más que un "yo-yo", siempre de arriba para abajo, según tus
problemas, tus disgustos o depresiones; que eres incapaz de mantener una estabilidad. Darte cuenta de
que te pasas la vida a merced de personas, de cosas o situaciones. Que te
manipulan o tú puedes manipular. Que no eres dueño de ti ni capaz de mirar las situaciones con sosiego, sin enfados ni ansiedad. Toda esa actitud sólo
depende de tu programación.
Estamos programados desde niños por
las conveniencias sociales, por una mal llamada "educación" y por lo
cultural. Vivimos por ello programados y damos las respuestas esperadas ante
situaciones determinadas, sin paramos a pensar qué hay de cierto en la situación,
y si esa respuesta habitual y mecánica es consecuente con lo que yo de verdad
soy.
Tenemos programadas ideas convencionales y culturales, que tomamos
como verdades cuando no lo son, como las ideas de "patria", de fronteras
y hábitos culturales que nos llevan a conflictos cuando nada tienen que ver con
la verdad.
Tomado del Libro " El Apego y El Sendero de La Iluminación " de Tony DeMello