La Biblia nos dice -entre otras cosas- que
Dios nos puede sanar, que
nos puede librar de nuestra
destrucción, que eleva a los débiles,
que nos conduce, nos guía y nos inspira. Nos dice que
Dios es una poderosa fortaleza.
Pero, exactamente,
¿qué
tanto puede hacer
Dios? Bueno, Dios
puede hacerlo casi
todo. Esto le podrá
sonar extraño a quienes
se le ha enseñado (incluyendo
aquí a todos los estudiantes de metafísica) que
con Dios todo es posible. Pero hay algunas cosas que ni Dios puede hacer, y para nosotros es
realmente afortunado que así sea.
Dios es un Dios de amor y gobierna
por principio, y al ser así, no puede cambiar Su propia naturaleza. No puede quebrantar la Ley Divina. No puede
hacer excepciones a la regla. No puede traer enfermedades, sufrimientos ni carencias.
Si pudiera hacer estas cosas, no
sería
del
todo
Dios. Se parecería más a un potentado oriental que gobierna
a punta de
caprichos y antojos, y no estaríamos más
avanzados espiritualmente que el hombre de las cavernas y los salvajes
que aplacaban a dioses desconocidos mediante sacrificios y ritos extraños.
Pero a causa de que
Dios no puede cambiar
Su naturaleza y de que siempre es el Padre amoroso, más dispuesto
a dar que a recibir, podemos ir a Él con plena confianza, sabiendo que escuchará y responderá a las oraciones, no porque pretendamos un favor en particular, sino porque es nuestra herencia Divina como Hijos del
Altísimo.
¿Qué tanto puede
hacer Dios? Dios puede solucionar todos
nuestros problemas. Puede sanar nuestros cuerpos
y subsanar nuestras condiciones. Puede
eliminar todo temor,
duda y frustración.
Puede traer el cielo aquí y ahora -no
quebrantando la ley (lo cual le es imposible a Dios) sino realizándola.
«Abre
mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley.»
Salmo 119:18
Tomado del Libro " Reclama Lo Tuyo " .-Emmet Fox
Tomado del Libro " Reclama Lo Tuyo " .-Emmet Fox