Dios es infinito, es decir, es
in-finito,
sin fin y sin límites.Reflexiona
sobre esto
cada día de tu vida,
y una vida
entera no sería suficiente
para aprehender
todo lo que eso significa. Por ejemplo, no podrías
entrar a un cuarto
o edificio para encontrarte
con Dios, porque si
Dios pudiera
ubicarse en un cuarto en particular, no
sería infinito.
Lo que sucede,
por lo general, es que cuando somos niños pequeñi
tos nos formamos
ideas (ideas infantiles, por
supuesto) acerca de to
do tipo de cosas. Pensamos que un edificio de tres pisos es un rasca
cielos. Pensamos que la carretera cerca de casa es tan ancha que cru
zarla
supondría un tremendo viaje. Pensamos que nuestros padres lo
saben
todo y podrían hacerlo todo.
En ese estadio pensamos de Dios
como si fuera nuestro abuelo o, quizás, el clérigo
de nuestra parro
quia. Comenzamos
entonces a crecer
y,en la medida
en que va
lle
gando la madurez, gradualmente
revisamos nuestras
ideas sobre to
das las cosas excepto una.Revisamos
nuestras ideas en sobre nues
tra familia, nuestra ciudad y nuestro país; sobre
los negocios, depor
tes y política; pero en la mayoría de los casos
la gente nunca revisa
su idea temprana de Dios, por lo que continúa en
los años de la ma
durez, tratando de reconciliarse con
la idea de Dios que
se formó en
la infancia y, naturalmente, el resultado
es muy limitante. Es, en
rea
lidad, como si un hombre ya
crecido tratara de ponerse los zapatos
del infante. No podría caminar del todo.
Tomado del Libro " Puntos y Aspecto de Dios " de Emmet Fox