AIguna vez
te has hecho la pregunta: ¿Cómo será Dios? Se nos ha
dicho que oremos dándole la espalda al problema
y pensando en
Dios; pero, ¿cómo hemos de pensar en
Dios? ¿Cuál es Su naturale
za? ¿Cuál es Su carácter? ¿Dónde se encuentra? ¿Podemos
realmen
te entrar en contacto con Él? Y de ser afirmativo,¿cómo?
En lo primerísimo
que hemos de caer en la cuenta es que Dios no es
meramente una especie de hombre superior. La mayoría de la gente
diría:"Por supuesto que no"; pero mi experiencia me de ¡muestra que
aún hoy día la mayoría de las personas-en lo
profundo de sus corazo
nes- piensan
que Dios es meramente
un hombre amplificado y nada
más; un hombre muy bueno, un hombre extraordinariamente sabio,
un hombre de infinito
poder pero, no obstante, un hombre al fin y al
cabo. Ahora bien, tal idea
no es más que una proyección de sus pro
pias personalidades, idea que no puede ser verdad. En filosofía a tal
ser se le denomina un "Dios antropomórfíco".
Y a ninguna persona
finita
como ésta le sería posible haber creado el universo ilimitado
que vemos a través de nuestros
telescopios, o la infinita variedad de
diminutas formas que con la que
establecemos contacto a través del
microscopio, por no decir nada de la creación infinita de
la que no
tenemos ni idea.
Es natural
que una
persona irreflexiva piense que Dios es meramen
te una edición más grande de sí misma, así como podríamos supo
ner que
si un insecto pudiera pensar en Dios, probablemente creería
que es un insecto gigantesco con
un poder ilimitado. Nosotros,
no
obstante, somos
seres en posesión de las facultades gemelas
de ra
zón e intuición, por lo que tenemos que ir más allá de este estadio
infantil en pos de la
verdad.
Extraido del Libro " Puntos y Aspectos de Dios " de Emmet Fox