Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









lunes, 19 de noviembre de 2012

SALVADOR DEL MUNDO



Si es verdad -como lo es- que nuestras dificultades emanan de nuestro incorrecto pensar (tanto en el presente como en el pasado), y considerando el sublime nivel de conciencia que Jesús alcanzó, puede que surja entonces la siguiente pregunta: ¿Por qué tuvo Él que tener dificultades de tiempo en tiempo - señaladamente su terrible conflicto con el miedo en el Huerto de Getsemaní, y su muerte en la cruz?
La respuesta es que el caso de Jesús era bastante diferente al de cualquier otra persona, porque Él no sufrió por su propio pensar incorrecto, sino por el nuestro. Debido a su alto grado de entendimiento, Jesús hubiera podido fácilmente escaparse y trascender calladamente sin experimentar ningún tipo de sufrimiento, como, por ejemplo, habían hecho Moisés y Elías antes que Él. Pero Jesús deliberadamente escogió emprender esta terrible tarea a fin de ayudar a la humanidad; y, por ende, a Él justamente le corresponde el título de Salvador del Mundo.
Llegamos ahora a considerar este reino algo más detalladamente, y encontramos que el Palacio del Rey, el despacho del gobierno -como quien dice- es nada menos que nuestra propia conciencia, nuestra propia mentalidad. Éste es tu propio gabinete privado, y los negocios que allí se efectúan son el remolino de pensamientos que continuamente te pasan por la mente. El salmista lo denomina "Lugar Secreto del Altísimo ", y es secreto porque nadie que no seas tú puede entrar allí. Allí hay privacidad y hay dominio. Tienes el poder de pensar lo que te plazca. Puedes escoger cuáles pensamientos aceptarás y cuáles rechazarás. En dicho lugar tú eres el amo. Todos aquellos pensamientos que elijas considerar más a fondo serán en breve expresados en el mundo físico externo como cosas y eventos -y ésa habrá de ser tu atalaya. Al haber pensado ciertos pensamientos, no tienes ningún poder para cambiar las consecuencias externas de los mismos. Tu escogencia radica en pensarlos o no pensarlos para comenzar. Si no deseas que ciertas consecuencias te sobrevengan, entonces habrás de abstenerte de pensarlas en primer lugar o de pensar la clase de pensamiento que terminarán en tales. Si no quieres que un motor eche a andar, no abras la válvula; si no quieres que la campana suene, no tires del cordel; y de esta manera, si realmente entiendes este principio fundamental, de ahora en adelante vigilarás tu forma habitual de pensar con sumo cuidado.
Ya que la clase de pensamiento que sostienes en tu conciencia (el Lugar Secreto) en breve se expresará en tu vida externa, en tu cuerpo y asuntos, con toda seguridad pensarás tanto en abrigar pensamientos inarmoniosos como pensarías en comer o beber algo que te enfermara. Recuerda que todo aquello sobre lo cual la mente se fija tarde o temprano lo experimentarás, no necesariamente idéntico pero sí de la misma naturaleza. Por ejemplo, si piensas mucho en enfermedades, tiendes a socavar tu salud; si piensas mucho en la pobreza y en depresiones económicas, tiendes a atraer la pobreza a tu vida; y si piensas en problemas, en reyertas y en deshonestidad, atraerás tales cosas a ti. La cosa concreta que ocurre en un momento en particular no será necesariamente la precisa reproducción de ningún curso de ideas en particular, sino más bien el resultado de la acción combinada de ese curso de ideas y tu actitud mental en general.
Pensar en las enfermedades es sólo uno de los dos factores que producen dolencias corporales, y generalmente es el menos importante. El otro, el más importante de los dos, es el de abrigar emociones negativas o destructivas, aunque parece que es poco lo que se entiende este hecho, aún entre estudiantes de metafísica. Es tan importante, sin embargo, que es simplemente imposible insistir demasiado en el hecho de que las dolencias corporales son causadas al permitir el paciente que emociones destructivas se establezcan en su mente. No se puede repetir lo suficiente que abrigar sentimientos de ira, de resentimiento, de celos, de desprecio y demás, con toda seguridad perjudicará seriamente tu salud de una manera u otra. Para nada influye la justificación o lo que sea de tales sentimientos. Nada tiene que ver con los resultados, ya que el asunto es una cuestión de la ley natural. 

Tomado del libro " El Sermón del Monte " de Emmet Fox