Entiéndase aquí que este plano
siguiente no es" el Cielo"
o la Presencia
de Dios consciente.
Esa gente que supera grandes dificultades
en este mundo y pasa al otro
lado con una conciencia
iluminada se llega
a encontrar tan bien allá que, a veces, piensa que debe estar
en el Cielo; pero no es así. Es un limitado mundo etérico.
Claro que es
menos limitado que este plano pero sigue siendo limitado y capaz de discordia
y decadencia. Tanto es
así que los objetos allá
se degeneran mucho
más rápido que los objetos en este plano. En
vez de quedamos por largo tiempo con objetos rotos o gastados (como es
el caso acá), las
formas en
que la
gente ya
no está interesada se derriten rápidamente y se reincorporan al éter inmediatamente, lo cual le hace pensar a los recién llegados que allá no existe
la descomposición; pero claro que la hay, sólo
que se concluye mucho más rápidamente.
Por ejemplo en nuestro mundo digamos una silla
o un vestido se fabrica, inmediatamente después de lo cual
comienza a descomponerse. Este proceso, sin
embargo, es muy lento,
tanto así que aún
en caso
de deteriorarse tanto que ya
no sirve,
los fragmentos
quedan tirados por allí durante años y años antes de
convertirse en polvo (si no es que se dispone
de ellos de
otra manera).
En el siguiente plano una forma etérica
descartada se disuelve rápidamente.
Uno no "se encuentra con
Dios" en el siguiente plano más de lo que
lo logra eso en
este plano. Dios está en todas partes. Por supuesto, Él está plenamente presente en el siguiente plano de la misma manera que lo está en éste; pero
allá, al igual que acá, habrá que establecer contacto con Él mediante
la propia conciencia, mediante
alguna forma
de oración
o tratamiento espiritual.
El Cielo es
ese perfecto estado
de conciencia en el
que uno está en la plena realización de la
Divina Presencia. En
dicha conciencia
no hay limitación,
mal o degeneración de
ninguna clase. Cuando se alcanza
dicha condición, se ha terminado la labor
propia en los
planos etéricos, tan seguro como se ha
concluido con el plano de la materia física. Si
puedes alcanzar ese nivel
de conciencia mientras
todavía estás en este mundo (y algunos lo han logrado), no te "mueres"
ni pasas a los planos etérícos; te vas directamente al Cielo desde
esta Tierra. Así le pasó a Moisés, a Enoch, a Elías y a algunos otros. Esto es lo que se denomina "traslación"
o" desrnateríalización". Se logra al sobreponerse al sentido de separación de
Dios que, en verdad, es
la "caída del hombre". Entraña el sobreponerse al egoísmo,
la sensualidad, la crítica, el miedo y cosas afines.
Entraña vivir más y más cerca de Dios cada día que pasa. De Enoch la Biblia dice que «caminó, pues,
Enoch con DÍOS» antes de ser trasladado- y
es que no hay otra ruta hacia la liberación
.
Tomado del Libro " Puntos y
aspectos de Dios " de Emmet Fox