El hombre que menos se beneficia
por el cambio al nuevo
mundo es la persona de mentalidad
materialista
que no desarrolló
ningún
recurso mental o espiritual mientras se encontraba
en este
plano. Al estar
interesado sólo
en cosas
materiales, en
comer y beber así como en
el dinero, en
el éxito social,
honores mundanos y posesiones materiales en general, es natural
que
esta persona
se sienta perdida en
un mundo donde
ninguna de estas cosas significa
nada. Sin embargo, si en
promedio llevó una vida honesta y limpia, y en general se
portó decentemente según sus principios,
lo peor
que le
pasará
es que
estará
soberanamente aburrido
hasta que
sus facultades superiores
se comiencen a desarrollar con el
transcurso del tiempo.
Tomado del Libro " Puntos y
aspectos de Dios " de Emmet Fox