Finalmente llegamos al Caballo Blanco, y aquí encontramos la solución a todos
nuestros problemas.
«Y miré y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba
tenía un arco; y le fue dada una
corona, y salió venciendo, y para vencer.»
El Caballo Blanco es la Naturaleza
Humana, y el hombre o mujer que cabalga sobre el Caballo Blanco recibe libertad, y gozo, y
felicidad y armonía fundamentales; porque el Caballo Blanco es la realización de la Presencia de Dios.
Cuando ponen a Dios primero en su vida, cuando rehúsan limitar a Dios, cuando dejen de decir que Dios no puede
hacer algo, cuando confíen en Dios con la totalidad de su corazón, estarán cabalgando
sobre el Caballo Blanco,
y es solo cuestión de tiempo para que
sean libres, para que amanezca el día y las sombras se retiren en desbandada. El Caballo Blanco los transportará a
la salud y libertad y autoexpresión; a un conocimiento de Dios, y, finalmente, a la Realización de Él. Sobre el Caballo Blanco cabalgarán
como vencedores para continuar venciendo.
Se nos dicen dos cosas muy interesantes
sobre el jinete del Caballo Blanco. La Biblia dice que aquél que sobre dicho
caballo montaba tenía un arco. El arco-y-flecha es un símbolo antiguo de la Palabra Hablada. La Palabra Hablada
hace que pasen cosas. Cuando pronuncian la Palabra, disparan una flecha, la cual va donde apuntaron y no se puede hacer que regrese -como tampoco puede regresar
vacía. Dense cuenta de que la Palabra no tiene que ser pronunciada audiblemente. Por lo general la oración silente es más poderosa que la
oración audible; pero si se les dificulta la concentración porque están preocupados o temerosos, encontrarán que es más fácil
orar audiblemente. El jinete del Caballo Blanco pronuncia La Palabra.
El jinete del Caballo Blanco lleva una corona en la cabeza,
y la corona siempre ha sido el símbolo de la victoria. Quien quiera que gane en
una lid, obtiene la corona. Los griegos acostumbraban dar una corona de laurel al ganador de una carrera, y a
todo lo largo de la historia los reyes han sido coronados. La corona es un
símbolo de victoria, y el jinete del Caballo Blanco es siempre el vencedor.
Esta es la historia de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Si quien
paz mental, si desean sanación, felicidad, prosperidad, y libertad; por encima de
todo, si quieren un entendimiento de Dios, sólo les queda un camino: ¡Cabalgar
sobre el Caballo Blanco!
Si sólo les interesan las cosas materiales, o si están dejando que sus emociones
hagan con ustedes lo que les plazcan, o si están tratando de juzgar los valores eternos mediante
standards intelectuales finitos, están cabalgando uno de los otros
caballos, y lo único que les puede llegar son problemas.
El defecto
fatal del Imperio Romano fue que cabalgó sobre el Caballo Pálido, y sabemos qué
le pasó a este imperio. Por cerca de cuatrocientos años, nuestra propia civilización ha estado cabalgando sobre el Caballo Negro, y podemos ver qué le ha pasado. Ahora bien, creo empero que la humanidad está lista -o casi lista- para treparse sobre el Caballo Blanco, y todos debemos ayudarla a hacerlo en cualquier forma que nos sea posible -ya sea mediante la oración o el ejemplo personal. El jinete del Caballo Blanco cabalga victorioso para continuar las victorias.
Tomado del Libro " Alfa y Omega " de Emmet Fox "