¡Ustedes están aquí para convertirse en Maestros de Amor!
No hay corriente de vida en el Gran Universo de Dios que no sea, de
alguna forma, un Dispensador del elemento Amor.
El Amor es la fuerza dual de expansión y contracción,
cohesión y radiación. Es una fuerza centrípeta y centrífuga.
La corriente de vida
tiene que estar anclada en el centro exacto de su mundo y las dos fuerzas deben
ser igualmente controladas de acuerdo a los requisitos del momento. Esto es Maestría.
El
Amor tiene que ser capaz de dar de Sí mismo en la descarga de radiación, y mantener un objeto en su propia órbita de
manera que ni se acerca mucho ni se aleja
demasiado de la inteligencia central gobernante, de acuerdo con el Designio
de Dios.
Este
es el aspecto más difícil en el logro de la Maestría: controlar la vibración
inspirante de la Fuerza de Amor y mantener el equilibrio entre Bendición y Absorción.
Observen:
si la atracción del Sol atrae a un planeta en una proporción infinitesimal demasiado
cerca al centro, éste deja de ser. Si a un planeta es empujado sólo
un poquito de más fuera de su órbita por el Sol, el planeta deja de existir ...
Así también ocurre con
el hombre y su relación con cada ser viviente y respirante, y con cada objeto inanimado,
y con cada fuerza y poder con que está dotado.
El tiempo disponible no Me permite seguir
ramificando este tema pero, aún espiritualmente, el
hombre que atrae desde la Vida conocimiento y poder y no da un balance en
servicio, está descentrado.
En Mi Retiro, tenemos una barra de oro como de
cuatrocientos cincuenta centímetros de largo la cual está parada sobre una
pirámide cuyo ápice es del tamaño de un pelo. Esta barra nunca se mueve, haya los cambios planetarios o cataclismos en la
Tierra que hayan. Ésta es una manifestación de Amor en perfecto equilibrio.
El hombre en su día, al experimentar con la Ley y
Poder del Amor, ya sea usa una cantidad excesiva de la fuerza saliente (la cual
repele la presencia de la gente y cosas) o - por cuenta del mal uso del poder
cohesivo- acumula más de lo que puede balancear en servicio.
La gran lección que el alma debe aprender es la Actividad Equilibrada.
Tomado del Libro Puente a la Libertad.- " El Amor Sigue Siendo el Camino "