Todas las cosas son de Dios, y toda conciencia eventualmente llega a conocer su
Unicidad con Dios.
El
flujo natural de la conciencia es hacia la Luz.
La única resistencia a la Unicidad
está dentro de tu propia conciencia.
Allí
es donde se libra tu lucha,
tu batalla.
Al
irse expandiendo la conciencia ésta no puede contraerse.
Podrá
distorsionarse, mas no contraerse.
Una
vez que uno ha conocido una conciencia humana, no ganaría nada con volver a ser
una hierba, ya que la estructura kármica del ser humano es mucho más complicada
y consciente
Esas experiencias que se manifiestan en sus vidas
como la resistencia no-superada, están allí en pro de la Verdad y la Luz.
Aquéllas les muestran el sufrimiento inherente a los obstáculos para que puedan
ustedes moverse a través de ellos.
Dentro de la fe de saber que todas las
cosas se están moviendo hacia Dios, los obstáculos cobran un significado, una forma diferentes.
Estos
obstáculos están allí en el nivel humano no sólo para obstruir,
sino también en última instancia- para instruir.
Ya sean temporales o infinitas, todas las cosas son
bellas.
Algunos
sólo quieren ver lo que ya está iluminado, esperando evadir lo que todavía está
oscuro en el mundo.
La
vida no tiene que estar pintada de blanco para ser bella.
Si fueran a disectar un ser humano y
separarlo en todos sus componentes, no habría razón para pedir excusas por
ninguna de sus partes.
Tomado de "El Libro de Emmanuel"