La
Gran Llama Pulsante (que es la identidad original de los seres creados) está pulsando constantemente en una respiración rítmica que
es traducida imperfectamente por el latido del corazón físico
a través de la forma carnal.
La
respiración rítmica de la Divinidad, al enviar las Llamas Gemelas, contiene dentro de
sí
esa porción del Plan Divino que va a ser manifestada por
esas dos Llamas de Vida, y el servicio prestado en su
plenitud no puede completarse hasta que ambos Rayos de la
Única Llama sean conductores conscientes y puros de este Aliento Rítmico.
Como
ustedes saben, hay siete cuerpos asignados a cada corriente de vida que son como
las siete notas en la octava que forman una completa expresión de la Música de
Dios. La pulsación rítmica de la Llama Divina fue proyectada para que se expresara a través de estos siete cuerpos como un
acorde de armonía perfecta.
Cuando los siete cuerpos están sintonizados a los siete
planos de manifestación, cada uno de dichos cuerpos enriquece
el plano en particular del cual es parte. Por ejemplo, el cuerpo emocional haría emanar desde la Pulsante Llama Divina un
cierto acorde musical que el Plan Divino requiere para completar la totalidad
de la Creación.
Cuando los siete cuerpos están alineados como un acorde
perfecto, los siete planos de la naturaleza se desarrollan rápidamente
hacia el Plan Divino. En vista de que cada cuerpo está compuesto de los
elementos del plano al cual pertenece, cumple
así el propósito de la Creación y la actividad natural de la
corriente de vida.
A
partir del momento en que los cuatro cuerpos se disociaron de la armonía del Ser Superior,
la pulsación rítmica de la Llama Divina se distorsionó; y hay un estado
constante de disonancia e inarmonía desde que la Llave Tonal de la corriente de
vida se hizo discordante y envió este tono recalificado dentro de los elementos
de tierra, aire, agua y fuego. He aquí la explicación del tremendo caos en que
se encuentra el Reino Elemental, como también la del desequilibrio e inquietud
en los cuerpos externos de los hombres. Ellos son canales antinaturales para el
sonido disonante, y el primer propósito a ser logrado es obtener que los siete
cuerpos de la corriente de vida trabajen otra vez en orden cooperativo.
Tomado del El Libro .Luz Desde Luxor.