Hay tres
grados de intensidad
en la oración.
La primera manera (y
la más fácil)
consiste en orar en voz alta, lo
que generalmente se de
nomina "tratamiento audible" El segundo grado
-que es un poco
más difícil para mucha gente
pero que también es mucho más
pode
roso- es
pensar sistemáticamente en Dios,
reconociendo su presen
cia doquiera que parezca haber problemas. Esto es "meditacion ': y
una buena manera de meditar es leer un verso de la Biblia o un párra
fo
de un libro espiritual y dejar que
la mente trabaje sobre él. Se al
canza
el tercer grado cuando el
pensamiento y el
pensador se con
vierten en uno, y se da
una vívida realización de la Verdad. Esto
es llamado "contemplacion,
"pero no le es posible a mucha gente al
canzar este
estadio todavía y, por otra parte, uno nunca debería tra
tar de alcanzarlo.En el momento correcto se dará espontáneamente
y no se le puede obligar a que ocurra antes del momento correcto.
La mayoría de los problemas prácticos pueden ser solucionados me
diante la suficiente oración audible o meditación.
Dios
es infinito pero -como
seres humanos que somos- si bien no
po
demos aprehender lo Infinito, sí podemos familiarizarnos con los mu
chos diferentes aspectos o atributos de Su naturaleza.
De entre estos sobresalen Siete Aspectos Principales que son más
De entre estos sobresalen Siete Aspectos Principales que son más
importantes que ninguno de los otros. Estos son siete verdades fun
damentales sobre Dios, y todas las otras se conforman de combina
ciones de algunas de estas siete. Estas verdades nunca cambian. Fue
ron las mismas hace billones de años y seguirán siendo las mismas
de aquí a un billón de años en el futuro. Es natural, entonces, que
sea de nuestra incumbencia lograr una comprensión tan clara y una
realización tan fuerte como nos sea posible de estos Siete Principa
les Aspectos. Esto puede hacerse al pensar mucho en ellos, compa
rándolos el uno con el otro, e identificándolos en las experiencias
de la vida diaria. Esto es oración y, por cierto, una oración muy po
derosa. La manera más rápida de solucionar un problema en particu
lar es meditar sobre el aspecto que sea el más apropiado en dicho
caso en particular. Pensar
en cualquier Aspecto de Dios soluciona
rá un problema, pero si seleccionas el Aspecto correcto obtendrás el
resultado de forma más rápida y fácil.
Tomado del Libro "Puntos y Aspectos de Dios" de Emmet Fox