Lo
espiritual y lo humano tienen que caminar de la mano; de otra manera, lo
espiritual se queda sin bases sobre las cuales cimentarse.
Todos
somos UNO .
La
nuestra es UNA realidad, UNA energía, UNA percepción.
La
mente no puede asimilar este hecho o aceptarlo sin presentar batalla, aunque el
corazón está ansioso por saber de él.
¿Acaso no es éste el propósito de la
vida- el saber que ustedes pertenecen, que están a salvo y que son eternos, el
saber que, en su realidad espiritual, ustedes ya son uno con Dios?
Tomado de" El Libro de Emmanuel "