Cada
alma entra en una realidad físicamente simbolizada
de la resistencia consciente de esa alma a la Luz Interna.
Así que cuando experimenten su vida humana, véanla
como una manifestación externa de la añoranza y también del rechazo a esa
añoranza.
Cada
alma que encarna trae negatividad en ella ya que, de lo contrario, no
nacería del todo.
Cuando
ustedes entran en una vida humana entran en una falsedad perceptiva.
Esto
es lo que las tradiciones orientales llaman «ilusión».
Si tratan la ilusión como verdad podrán
amargarse, atemorizarse y enfermarse.
Me
gustaría considerar eso de la «ilusión».
El
Tú en la Unicidad y el tú en la dualidad parecen
ser considerablemente distintos,
mas no lo son.
Ustedes
podrán considerar la dualidad como una serie
de cajas
chinas. La más grande de las
cajas es la Unicidad.
Dentro de dicha Unicidad está el mundo de la
ilusión que ustedes han creado partiendo de la Unicidad.
Dentro del mundo de la ilusión está la dualidad. No
es algo irremediable.
El mundo de ustedes no está opuesto a la Unicidad
sino que está abrazado por ella.
Por
ende, entren a la vida asumiendo la perspectiva de
ser creadores de esa vida y véanlo todo como una asombrosa
y valiosa experiencia de aprendizaje.
No se requiere que ustedes alteren su mundo ni una jota.
Lo que les traerá paz será la alteración de sus percepciones.
Tomado de "El Libro de Emmanuel"