Dicha
condición es la reproducción del cielo, dentro de una visión limitada,
manifestada en la forma física.
No hay nada en la experiencia humana que no exista en el espíritu.
Por
esta razón la condición humana es una condición bendita.
Es
un espejo, una copia fiel de la condición espiritual.
Hay
Divinidad en todas las cosas, y, a fin de encontrar dicha Divinidad, se
tiene que trabajar con los materiales disponibles.
Despreciar el yeso implica cuestionar la Energía Divina que lo creó.
Tomado de" El Libro de Emmanuel."