Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









miércoles, 11 de julio de 2012

NECESIDAD DE RENACER


Y entonces, en un estallido espiritual, Emmet Fox cita a Jesús como la autoridad para un cambio espiritual completo en su chispita de Sabiduría, "Os es necesario nacer de nuevo
En torno a las enseñanzas de Jesús, se nos dice que la gente común las escuchaba con gusto. Esto fácilmente se hubiera podido colegir del más superficial estudio de los Evangelios. El "hombre de la calle”, sin prejuicios a causa de teoloa o filosofía alguna, tiene una percepción intuitiva de la Verdad fundamental cuando se encuentra con ella que, por lo general, no tienen las mentes altamente entrenadas.
El logro intelectual puede fácilmente engendrar el orgullo espiritual, y éste es el único pecado sobre el que Nuestro Señor fue severo. Sin embargo, también entre los eruditos se encontraban aquéllos, los de mentalidad más espiritual, que se sentían de por sí atraídos al nuevo Maestro. Éste era poco convencional, menospreciado hasta más no poder por las autoridades eclesiásticas y se burlaba de las tradiciones consagradas; y, sin embargo, «lo profundo llama a lo profundo», por lo que también tenía amigos y seguidores en altas posiciones. Uno de éstos, que se sentía irresistiblemente impulsado a buscar una luz más brillante, era Nicodemo. Nicodemo tenía una sed por las cosas Divinas que no se le negará, pero la valentía moral no era su punto fuerte por lo que buscaba al Maestro por las noches. Que le hubiera buscado a pesar de las circunstancias era prueba suficiente del poder apremiante de su impulso. Claramente el desarrollo de su naturaleza, a pesar de los defectos de carácter, era lo principal en su vida y, claramente, estaba insatisfecho con el progreso que realizaba.
Nicodemo cre
ía que Jesús tenía algo que ofrecer que era vital, y que ese don podría ser justo el secreto que hasta el momento le había eludido, justo la llave que necesitaba para abrir la casa-del-tesoro espiritual de su alma. Jesús podría mostrarle por qué había fallado hasta ahora en alcanzar el objetivo, por qué -como diríamos en el argot moderno- había fallado en demostrar. Y la explicación del Maestro fue simple, concisa, casi abrumadora en su franqueza. Jesús dijo:
«Os es necesario nacer de nuevo»
Esta afirmación sintetiza toda la ciencia de la demostración, según se practica espiritualmente. Es verdaderamente un libro de texto de metafísica comprimido en cinco palabras. Narra todo el cuento. Estás donde estás hoy día, doquiera que eso sea, porque eres el hombre que eres. Sólo hay una manera bajo el cielo mediante la cual puedes ser transportado a otro lugar: convirtiéndote en otro hombre. El hombre que eres no puede estar en ningún otro lado; un hombre diferente no puede estar donde tú estás ahora. Si deseas ascender más alto lo puedes hacer y no hay límite a la altura que puedas alcanzar en dicho vuelo... pero te es necesario nacer de nuevo!
¿Por qué será que hacemos tan poco progreso, comparándolo -digamos- con el que podríamos y deberíamos hacer a la vista del conocimiento que, de esta enseñanza, poseemos -al menos en teoría? ¿Por qué no cambiamos día a día, y de semana a semana, de gloria a gloria, hasta que nuestros amigos apenas si puedan reconocernos? ¿Por qué no marchamos por el mundo luciendo como dioses y sintiéndonos como tales; sanando instantáneamente a todos los que vengan a nosotros; reformando al pecador; liberando a los cautivos; y, en general, "haciendo las obras"?
¿Qué nos detie
ne?

Tomado del Libro " Mi amigo Emmet Fox "