( Enero de 1956 )
Las exigencias sobre el
tiempo, la energía, la atención
y el servicio del chela que está comprometido en un
empeño espiritual, conforman una gran piedra de tropiezo
para su progreso individual,
a menos que aprenda cómo aquietar conscientemente las energías de su propio
mundo, de manera que nueva fortaleza, fe y
poder puedan serle suministrados por
su propia Presencia "YO SOY" y los Seres Divinos que están dispuestos a ayudarle. Esto lo conozco por experiencia propia.
Durante Mi ministerio, al igual que ocurre hoy, el mundo
y su gente requerían mucha asistencia. Había una tendencia a apurarse a
servir sin el período necesario
de "re-aprovisionarse" en la fuente Cósmica. De
alguna pequeña referencia
a Mi experiencia, ustedes recordarán que a menudo Yo "me retiraba a
los montes a orar". Ningún chela
puede prestar un servicio
duradero al trabajo
espiritual a la mano, a menos que comprenda la necesidad de tomarse un
tiempo, separado del
mundo (que siempre tendrán consigo) para entrar al Silencio y a traer la necesaria
fortaleza y santidad
de la Fuente de Todo Bien. Esto podrá dispensar entonces en
equilibrio, dignidad y amoroso cuidado
a su prójimo.
Tomado del Libro Diario de " El Puente a la Libertad " ( JESUS )