POR EL
AMADO MAHÁCHOHÁN
7 DE DICIEMBRE DE 1952
7 DE DICIEMBRE DE 1952
Una
de las más bellas
actividades relacionadas con el cierre del
ciclo anual es la ceremonia mística mediante la cual los Señores del
Karma cierran el Libro
de Vida individual para
toda corriente de vida encarnada sobre la Tierra durante los
doce meses que han transcurrido.
Esta ceremonia
tiene
lugar la última noche del año viejo en el gran Templo
del Karma, ubicado en el
cinturón etérico. Es un servicio
particular para individuos
encarnados y, aunque se incluye a quienes
han tenido alguna parte de una encarnación
dentro del año, no incluye a los desencarnados ni a quienes no han tenido una experiencia activa en la Tierra durante al
menos una hora en esos doce meses. Este es el oficio misericordioso del Tribunal
Kármico,
y es realizado
con el fin de permitir
a las
corrientes de vida de la
raza ser liberadas de una porción de los errores y
equivocaciones del
pasado año, cometidos
no tanto por desobediencia voluntaria a
la Ley, cuanto por falta de discernimiento,
discreción y
discriminación. En otras palabras, la
mitigación
de los efectos negativos se aplica únicamente a aquéllos
cuyas
causas fueron motivadas sin
intención de hacer mal pero que, no obstante, a menudo produjeron innecesaria confusión y angustia tras de sí.
Estarían
sorprendidos y complacidos
al saber
que casi un cuarto de la herencia
kármica de la raza es causada por
"estupidez" en vez de
por
desobediencia
voluntaria de la Ley invisible o manifiesta, y la
Misericordia del Tribunal Kármico (desde el principio de los experimentos de
la humanidad
con la Ley de Causa y
Efecto) siempre ha
permitido, al cierre
del
año, esta misericordiosa
disolución
de castigo kármico
mediante este relajamiento, lo cual explica
la liviandad con que el individuo entra aI Nuevo Año
lleno de esperanza, resoluciones y deseos fuertemente incrustados para
mejorar su naturaleza, carácter y expresión manifiesta.
Hay más de cuatro millardos de almas que reciben la beneficiosa
Misericordia del Tribunal
Kármico durante esta ceremonia.
Cada corriente
de vida - desde el salvaje
ignorante hasta los más electos y selectos estudiantes- pasan por los Salones del
Karma, y su carga es aligerada de acuerdo
a la intención de sus motivos durante los pasados doce meses. De esta manera, todos son capaces de entrar alegremente a los
Concilios del Año Nuevo y recibir el más
grande beneficio posible de las energías dirigidas desde los Maestros, quienes establecen la llave tonal para el año
entrante.
PORCENTAJE
DE GRACIA
Los mismos Señores
del Karma, permiten a las corrientes de vida de cada individuo, al cierre de
cada año, un cierto porcentaje de gracia y misericordia que mitiga desde uno hasta cuarenta o cincuenta por
ciento de las deudas kármicas del año; y esta misericordia es siempre cotejada con los motivos detrás de toda acción. Después que los Señores
del Karma han medido la luz de
la corriente de vida, cada quien
es entonces colocado dentro del Fuego Ceremonial de Purificación, el cual es proyectado y sostenido
-¡por supuesto!- bajo la dirección de Saint Germain, con la ayuda y dirección y sostenimiento
del Fuego Sagrado en su aspecto purificador. De
esta manera, consciente o inconscientemente, cada
corriente de vida sobre el Planeta
percibe y evidencia en su propio cuerpo la acción purificadora de los Siete
Rayos al cierre de cada año, y el alma y los cuerpos internos salen de
esta purificación con una mayor oportunidad para progresar y menos acumulación de
naturaleza limitante. Ha de
quedar entendido, por supuesto,
que cada corriente de vida recibe
la última porción de Misericordia y Gracia de acuerdo a lo que su propio mérito del pasado año ha
permitido.
Si no fuera por la purificación anual, la humanidad destruiría en siete años su mente, sus cuerpos y su posible servicio útil para esa encarnación. En cierta medida, esto presta el mismo servicio con que cada alma es bendecida al cierre de cada encarnación, cuando-por medio del Fuego Purificador de Misericordia Cósmica- es liberada del karma de ese lapso de vida, que fue creado más por ignorancia y estupidez que por intención consciente de hacer el mal. Éste es el Confort y la Misericordia que el Padre de Amor ofrece a Sus hijos, y es la única esperanza de supervivencia de la vida en el Planeta.
La naturaleza de Mi oficio requiere de Mi Presencia en el salón de los Señores del Karma durante cada juicio individual, ya que cada corriente de vida está bajo Mi propia radiación y es importante que Yo vea lo que el año ha producido en cuanto acrecimiento del alma y la expansión posible de la luz.
Si no fuera por la purificación anual, la humanidad destruiría en siete años su mente, sus cuerpos y su posible servicio útil para esa encarnación. En cierta medida, esto presta el mismo servicio con que cada alma es bendecida al cierre de cada encarnación, cuando-por medio del Fuego Purificador de Misericordia Cósmica- es liberada del karma de ese lapso de vida, que fue creado más por ignorancia y estupidez que por intención consciente de hacer el mal. Éste es el Confort y la Misericordia que el Padre de Amor ofrece a Sus hijos, y es la única esperanza de supervivencia de la vida en el Planeta.
La naturaleza de Mi oficio requiere de Mi Presencia en el salón de los Señores del Karma durante cada juicio individual, ya que cada corriente de vida está bajo Mi propia radiación y es importante que Yo vea lo que el año ha producido en cuanto acrecimiento del alma y la expansión posible de la luz.