A medida que revisamos el relato de la Navidad,
tenemos que recordar que todo
en la
Biblia es tanto
alegórico como místico. Es por eso que en la Biblia
encontramos tantos diagramas para vivir. Todo en la vida
de Jesús es tanto alegórico
como místico. Y, por supuesto, todo
en nuestras vidas también es una alegoría de nuestras propias almas.
Todo aquello que haces, todo lo que te
pasa, es una dramatización de algo en ti mismo.
Y la
vida de Jesús es
una dramatización del
alma
cristificada,
el alma que ha
escogido el
Sendero Espiritual. Así que la vida de
Jesús nos
provee de muchos diagramas para vivir, sea que sigamos los pasos
del
Maestro
o que tratemos de hacerla solos.
Cuando llegó
el Niño de las Maravillas,
no llegó a un
palacio real como muchos pensaban que lo
haría, quizás entre los Herodes. Muchos
de los israelitas que habían estado orando
por la
venida del Mesías pensaron
que nacería en un palacio. Estaban esperando
a alguien que
restablecería
un reino material y que restauraría las glorias
perdidas que los
israelitas habían conocido bajo Salomón. y
alguna de
la gente
más devota
y santa decían
que seguramente nacería
en una
de las familias
eclesiásticas
adjuntas al templo;
pero así no
pasó. Nació
en una familia sencilla y en
un establo.
Tomado del Libro “ El Nuevo Testamento “ de Emmet Fox