En una proporción muy pequeña de casos ocurre que después de desencarnar
las personas se convierten en lo que se llama" atados a la tierra", lo cual quiere decir que se quedan
en este plano por un lapso indefinido,
quedando
imposibilitados
para continuar. Esto se debe sencillamente al hecho de que
sus emociones
están tan apegadas a algo
de este mundo que no pueden
caer en
el coma en que uno pasa
al otro lado. Esto es exactamente igual al caso
de una
persona
que no puede conciliar el sueño
por la noche
porque su
mente
está demasiado
llena
de algún interés dominante.
Un hombre
puede estar vinculado emocionalmente de tal manera con algo aquí que
no puede quitarle
su atención, ni aun
cuando ha perdido su cuerpo. Un interés así de absorbente podrá ser una
propiedad, una
persona, una actividad
dominante, o puede que sea un crimen que cometió. Al transcurrir
el tiempo el
efecto se disuelve y pasa al
otro lado tarde
o temprano, pero en
casos extremos esto podrá durar por un tiempo
bastante largo. La moraleja, por supuesto, es
que no debemos permitir
que ninguna cosa en el
mundo monopolice nuestra
atención
en detrimento
de todos los demás intereses.
Tomado del Libro " Puntos y
aspectos de Dios " de Emmet Fox