Habiendo
quemado el cuerpo, es
mejor no conservar las cenizas. Sólo una
mórbida satisfacción puede dimanar de
retener
estas horripilantes
reliquias. Éstas
deberían ser regadas sobre algún césped
o tiradas al mar, a un río o a un lago y, por
supuesto,hacerla
con una oración. Por la misma razón están fuera
de lugar todos esos monumentos en los cementerios
y, de
ser
posible, deberían evitarse a toda costa
aún en casos en que las
consideraciones familiares han hecho inevitable el
entierro. Un poco de reflexión a este respecto te
mostrará que erigir
un monumento
sobre un cuerpo descartado es tan
irrazonable como lo sería
que enterraras
un vestido
viejo
y que le pusieras encima un monumento.
Ciertamente
deberías evitar visitar la tumba de tu amado.
Bien sabes
que él no está en
el cementerio, por lo que es mejor que te mantengas
lejos
de dicho lugar. Reza
por él en el santuario o en casa. Ningún
otro lugar es más sagrado o apropiado para orar que tu propia casa. En su cumpleaños
(o en
cualquier
aniversario
que le
hubiera resultado importante) coloca un
ramo de flores
en memoria
suya, pero que esto se
haga en casa y no en el cementerio. Si tienes un retrato
suyo, puedes
ponerle
las flores enfrente.
Por
supuesto, esto debería hacerse sólo ocasionalmente y no convertirlo en una práctica diaria.
Deberías evitar hacer
luto. No
te vistas de pies a
cabeza
de negro por amor a tu amado que no está muerto sino
bien
vivo.Y en este
punto me gustaría mencionar que no está bien, a modo general, que conserves pertenencias
personales del difunto si lo estás haciendo con un espíritu sentimental o
mórbido. Aquí
necesitamos discernimiento. No hay objeción
alguna a que conserves algunos recordatorios si estás
seguro de no estarlo haciendo con un espíritu de luto, pensando que él está
muerto.
Por otra parte, la idea de
mantener su habitación, sus libros o
lo que sea "justamente como él los dejó" (cosa que hace
alguna gente) es un error garrafal y es algo estrictamente
pagano. El difunto no lo desearía, y
probablemente se reiría de buena gana de ti si te lo pudiera hacer
saber. Todas las condiciones que pertenecen al pasado
deberían, en la medida de lo posible, ser desmanteladas para hacer espacio para
el presente vivo.
Me
gustaría explicar aquí que si bien las instrucciones
anteriores son realmente lo que se debería hacer, no
obstante,
en ciertos casos razones familiares
podrán impedir que se lleven
a cabo. Si otros miembros de tu familia tiene puntos
de vista anticuados, especialmente los mayores -tus
padres, por ejemplo -, entonces
a menudo es mejor ceder y hacer lo que ellos esperan que se haga, en lugar de herir
sus más profundos sentimientos.
Es que si bien tú podrás saber qué es lo correcto, es posible que ellos no; por
lo que, si la cremación les resulta chocante, que
se entierre el cuerpo.
Y en cuanto a ti, pues asiste al funeral en el nombre de la caridad cristiana. Por
supuesto que deseo expreso del difunto debería siempre ejecutarse. Dentro de lo razonable, deberíamos hacer todo lo que sea posible para evitar producirles dolor en estas cuestiones a los
padres y parientes mayores.
Por otra parte, no lleguen a ningún arreglo para no herir los sentimientos de
los jóvenes porque estos deberían aprender lo que es mejor; y nunca tomen en cuenta
la opinión de vecinos o parientes lejanos en tales cuestiones.
Un hombre en New York me dijo que no se vestía de
negro porque sabía que su hermana recientemente
fallecida no estaba muerta, pero que cuando visitaba la casa de sus padres, algo que hacía cada tantas semanas, se vestía de luto para evitar escandalizarlos. Le dije que estaba muy en lo correcto, y que tal era el curso de acción que siempre
aconsejaba en estas circunstancias.
Tomado del Libro " Puntos y
aspectos de Dios " de Emmet Fox