Durante
siglos se le ha hecho a la humanidad la advertencia de que, «ninguno puede
servir a dos señores», ¿Por qué?
Primero, porque sólo hay Una Inteligencia, Una Presencia, un Único Poder que
puede actuar, y es la Presencia de Dios que actúa en ti. Cuando vuelven su atención
a la manifestación externa y le dan poder a toda índole de expresiones y
apariencias, están tratando de servir a un señor falso y usurpador, porque la expresión externa sólo puede encontrar una
apariencia mediante el uso de la Poderosa Energía de Dios.
La
habilidad de ustedes para levantar la mano y la Vida que fluye a través del sistema nervioso de su
forma externa es Dios en Acción en su cuerpo, a través de su mente.
Mis
Amados Estudiantes, traten de utilizar este medio sencillo como un recordatorio
de Dios en Acción en ustedes. Cuando caminen por la calle, piensen
durante un instante, "es mediante la Inteligencia y Poder de Dios que yo
camino, y es mediante Su Inteligencia
que sé para donde voy". Así, verán que les será imposible
continuar sin entender que todo movimiento que hagan es Dios en Acción. Cada
pensamiento en su mente es la Energía de Dios, la cual les permite pensar.
Cuando sepan que esto es un hecho -y no hay manera de disputarlo --, ¿por qué
no adorar a esta Magna Presencia de Dios en Acción en ustedes, darle la
plena confianza, confiar y tener fe en Ella ... en vez de apelar a la expresión externa que está
vestida, calificada y coloreada
por el concepto externo o humano de las cosas, prescindiendo de la Magna
Presencia Única que le permite a lo externo expresarse?
Todas las formas externas y sus expresiones
acompañantes no son más que la experiencia de Vida mediante la
cual cada individuo puede aprender -a través de sus propias experiencias --
acerca de la Verdadera Fuente de su Ser; y regresar de nuevo a la Plenitud de
la Perfección, apoyado en el conocimiento
auto-consciente que ha adquirido.
La experiencia externa de Vida no es más que una
imagen constante, cambiante y pasajera que la mente externa ha
creado en su pretensión (imaginación) de ser el
verdadero actor. De tal manera y tan a menudo se ha
fijado la atención de manera constante sobre lo externo -- que de por sí únicamente contiene imperfección --,
que los Hijos de Dios han olvidado su propia Divinidad, y tienen que volver a
Ella de nuevo.
Tomado de Libro " Pláticas del YO SOY" Libro de Oro. Saint Germain.
Tomado de Libro " Pláticas del YO SOY" Libro de Oro. Saint Germain.