A
veces nos sentimos mal, hechos un lío. No sabemos funcionar solos y nos vamos
al psicólogo para que nos arregle. El psicólogo no puede hacer nada que tú no
hagas.
No puede conseguir nada que tú no
estés dispuesto a hacer. Puede escucharte y ayudar a que tú mismo vayas aclarándote
mientras hablas. En verdad,
lo que haces allí
es observarte, y eso es lo que has de hacer tú, pero de
continuo. Yo soy psicólogo y puedo decirte que la terapia, la mayoría de las veces, lo que hace es un
intercambio de problemas: te quita uno pero te mete otro.
La espiritualidad
es la que intenta solucionarte a ti. Busca solucionar el problema del "yo",
que es el
que está generando los problemas que te llevan al psicólogo y al psiquiatra.
La espiritualidad va directamente a la raíz, a rescatar tu yo, el auténtico, que está ahogado por barreras que no lo dejan
ser libremente.
El
hacer esfuerzos por cambiar es contraproducente,
pues LO QUE TE VA A CAMBIAR ES LA VERDAD: el observar la Verdad y comprender que tu programación no te deja ser tú. El observar es lo que te va a cambiar. «La vida no
observada, no examinada, no vale la pena vivirla, porque no es vida»,
decía
Sócrates.
Es
preciso darnos cuenta de todas las reacciones que surgen
al mirar a una persona, a un paisaje o a ti mismo. Observar cómo suelo reaccionar frente
a determinadas situaciones. Mirar con objetividad, como
si no fueras tú, concientizándote de lo que pasa dentro
y fuera de ti, estando atento (como cuando conduces).
Hacerlo sin juicios valorativos porque si le pongo etiquetas, ya no veo la cosa
como es. Caer en la cuenta, sin prejuicios, sólo entendiéndolo. Tenemos cuenta que darnos cuenta de que, con la palabra o con el pensamiento, solemos ponerle etiquetas a las cosas y a las personas, y luego, como consecuencia de ello, vivimos el personaje de la etiqueta y no a la
persona. Ponerse en contacto con la realidad es mirar a ésta sin querer interpretarla
ni cambiar nada, sino dejar que la realidad cambie el orden de las cosas,
luciendo por sí misma.
Si
no cambiamos espontáneamente es porque ponemos resistencia. En cuanto
descubramos los motivos de la resistencia,
sin reprimirla ni rechazarla, ella misma se disolverá. Cuando
en nosotros hay sensibilidad, no se necesita violencia alguna para conseguir
las cosas que necesitas, pues todo se resuelve entendiendo, comprendiendo y te sorprenderás
al ver cómo todo se resuelve según comprendas la realidad y no luches contra
ella.
Tomado el Libro " El Apego y El sendero de La Iluminación " de Tony DeMello