Letra de la canción a Lady Meta

Lady Meta,es tu amor

un ejemplo para mi.

Quiero ser Tu Sanación

Para la Gloria de Dios


En el Nombre del " YO SOY "

Traes la Iluminación;

enseñando por doquier

la causa de la aflicción.


Mira nuestra humanidad

Anhelante de dar fin

A lo que impide ser

Nuestro Plan Divino Aquí.


Lady Meta ,escúchanos ,

Hoy venimos a servir

Ofrecemos a Tu Ser

nuestro momentum de Luz


Ven descarga el poder

Sanador del " YO SOY "


Lady Meta gracias por

traer de Venus aquí ;

Tu conciencia de humildad,

de Servicio y de Paz


Invocamos desde las

Ciudades Etéricas

Los Rayos que disuelven

la causa de enfermedad


Decretamos junto a Ti:

" YO SOY " LUZ y SANACIÓN

en la Tierra por siempre " YO SOY "









miércoles, 11 de diciembre de 2013

SENTIDO DE VERDADERA PAZ

A falta de oración, todo lo que puedes hacer es expresar el carácter que tienes, en cualquier circunstancia en que te puedas encontrar. Tanto es esto así que la mayoría de tus amigos podrían predecir de antemano cuál sería tu conducta en las diversas clases de crisis que pudieran surgir. Al cambiar tu carácter, la oración hace posible que se ocurra nueva reacción.
El gran punto esencial para tener éxito en la oración -para obtener ese sentido de la Presencia de Dios que es el secreto de sanarse a uno mismo y a otros también; de obtener inspiración, que es el aliento del alma; de adquirir desarrollo espiritual- es que primero logremos algún grado de verdadera paz mental. Los místicos conocían esta verdadera paz interior del alma, y la denominaban "serenidad"; y nunca se cansan de decimos que la serenidad es el gran pasaporte a la Presencia de Dios -un mar tan pulido como el vidrio que rodea al Gran Trono Blanco. Esto no quiere decir que uno no puede sobreponerse aún hasta a las dificultades más serias a punta de oración sin tener serenidad, porque claro que sí se puede. De hecho, cuanto mayor sea el problema en que uno se encuentre, tanto menor será el grado de serenidad al que tendrá acceso, y la serenidad de por sí sola se puede lograr mediante la oración, y mediante el perdonar a otros y a uno mismo. Pero tienes que alcanzar la serenidad antes de que puedas hacer ningún progreso espiritual real; y es la serenidad, esa tranquilidad fundamental del alma, a lo que Jesús se refiere con la palabra "paz" -la paz que sobrepasa todo entendimiento humano.
Los «pacificadores» de quienes se habla en esta Bienaventuranza son aquellos que hacen o producen esta verdadera paz -o serenidad- en su propia alma, ya que son ellos quienes superan las limitaciones y de hecho (no sólo en potencia) se convierten en los «hijos de Dios». Esta condición mental es el objetivo al cual apunta Jesús en toda la instrucción que nos da en el Sermón del Monte y en otras partes. «Mi paz os dejo, mi paz os doy- No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. » En tanto que haya miedo o resentimiento o el problema que sea en tu corazón, es decir, en tanto carezcas de serenidad, o paz, te será imposible realizar gran cosa.
Es esencial tener algún grado de serenidad para lograr una verdadera concentración. 

Tomado del Libro " El Sermón del Monte " de Emmet Fox