Hay
otro intento por interpretar el Evangelio que debemos considerar. Tolstoi se
esforzó en proyectar el Sermón del Monte como una guía práctica para la
vida, tomando literalmente sus preceptos (a su valor nominal), pasando por alto
la interpretación espiritual
(que ignoraba) y excluyendo el Plano del Espíritu (en el
que no creía). Descartando la Biblia en su totalidad salvo por los Cuatro
Evangelios, y descontando todos los milagros, Tolstoi realizó un intento heroico (si bien fútil) de combinar
el cristianismo y el materialismo; y, por supuesto, falló en su cometido. Su
verdadero lugar en la historia no resultó ser el del fundador de un nuevo
movimiento religioso, sino el de un hombre cuyo anarquismo práctico -promulgado
con todo el fuego de un genio--
pavimentó la vía para la Revolución
Bolchevique, de la misma manera en que Rousseau despejó el camino para la Revolución Francesa.
La Llave Espiritual es la que devela el misterio de
la enseñanza bíblica en general, y de los Evangelios en particular. La Llave
Espiritual explica los milagros y hace ver que los mismos fueron efectuados a
fin de probamos que nosotros también podemos hacer milagros y, por ende, sobreponemos al pecado, a las enfermedades y a las limitaciones. Con esta Llave nos podemos dar
el lujo de descartar toda inspiración verbal y literalidad supersticiosa y, no
obstante, entender que de todas las posesiones del
hombre la Biblia es la más preciosa y auténtica.
Tomado del Libro " El Sermón del Monte " de Emmet Fox